La posibilidad de que la Fórmula 1 regrese a Argentina en 2025 generó expectativas entre los fanáticos del automovilismo. Sin embargo, varios factores hacen que esta opción sea casi imposible de concretar, a pesar de los deseos de muchos de ver a los monoplazas compitiendo nuevamente en suelo argentino.
El principal obstáculo es la situación económica del país. Organizar un Gran Premio de Fórmula 1 implica un costo extremadamente elevado. Se estima que el canon que los países deben pagar a la organización de la Fórmula 1 ronda entre los 40 y 50 millones de dólares por temporada. Este monto cubre solo los derechos de organización, sin contar los costos adicionales de logística, seguridad, infraestructura y promoción. Con una economía inestable y problemas de inflación, la posibilidad de que el Estado o el sector privado asuman tal inversión es muy remota.
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A este desafío financiero se suma el estado del Autódromo Oscar y Juan Gálvez, el circuito que históricamente albergó la Fórmula 1 en Argentina. Aunque el autódromo de Buenos Aires ha sido un referente en el automovilismo sudamericano, las instalaciones necesitan una renovación significativa para cumplir con los exigentes estándares de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo). Las modificaciones necesarias para cumplir con las normativas de seguridad y calidad de la Fórmula 1 requerirían inversiones millonarias en infraestructura, algo que parece poco factible en el corto plazo.
Además, la Fórmula 1 estuvo expandiendo su calendario hacia nuevas regiones, con especial interés en mercados de mayor poder adquisitivo. Durante los últimos años, se han sumado circuitos en países como Arabia Saudita, Qatar y Estados Unidos, donde los gobiernos y empresas privadas están dispuestos a financiar eventos de gran magnitud para atraer turismo e inversiones. En este contexto, Sudamérica quedó relegada, siendo Brasil el único país de la región que sigue formando parte del calendario con el Gran Premio de São Paulo.
La apretada agenda de F1
Otro factor a considerar es la agenda apretada de la Fórmula 1. Actualmente, el calendario está en constante expansión, alcanzando un récord de 24 carreras en 2024, lo que limita las posibilidades de incluir nuevas sedes sin desplazar a otras que ya cuentan con contratos a largo plazo. Si bien Argentina tuvo un lugar destacado en el pasado, con 21 ediciones del Gran Premio entre 1953 y 1998, la competencia por un lugar en el calendario actual es más dura que nunca.
Finalmente, el contexto político y social también juega un rol importante. Con un escenario político cambiante y múltiples desafíos internos, es difícil imaginar que la organización de un Gran Premio de Fórmula 1 se convierta en una prioridad para el gobierno argentino, que tiene otras urgencias económicas y sociales que atender.