Los semáforos de todo el mundo funcionan con un sistema de tres colores: rojo, amarillo y verde, que regulan la circulación y seguridad vial. Sin embargo, ingenieros de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, decidieron proponer una novedad para mejorar la regulación del tráfico: agregar un cuarto color, la luz blanca.
Este nuevo color está diseñado exclusivamente para los autos autónomos, que son aquellos vehículos capaces de conducirse sin intervención humana. Según el estudio realizado por los ingenieros, la luz blanca indicaría que los autos autónomos pueden cruzar la intersección de manera segura.
La introducción de este color tiene como objetivo optimizar el flujo de tráfico en las intersecciones reguladas por semáforos. Al habilitar a los autos autónomos para cruzar, se espera una mejora en la fluidez vehicular y una reducción en el consumo de combustible o electricidad. A su vez, los vehículos convencionales deberán seguir al coche que los precede, minimizando el riesgo de accidentes.
¿Cómo funciona el sistema de la luz blanca?
La fase blanca sólo se activará cuando haya autos autónomos en el carril. Estos vehículos están equipados con sistemas avanzados que les permiten comunicarse entre sí y con la infraestructura vial, por lo que la luz blanca será una señal para que estos coches gestionen su propio paso. Mientras tanto, los conductores de autos convencionales deben seguir la trayectoria de los vehículos autónomos que tengan delante.
Es importante destacar que la implementación de esta tecnología requerirá un cambio en la normativa vial de muchos países, además de una infraestructura que permita la convivencia entre autos autónomos y no automatizados.
Beneficios de la luz blanca en los semáforos: cuáles son
Entre los principales beneficios de este nuevo sistema se encuentran:
- Mejora en el flujo vehicular: Al permitir que los autos autónomos gestionen el paso en las intersecciones, se reducirán los tiempos de espera y se optimizará la circulación.
- Reducción del consumo energético: Al mejorar la fluidez del tránsito, habrá un menor uso de combustible y electricidad, contribuyendo a una movilidad más sostenible.
- Menor riesgo de accidentes: Los autos autónomos tienen la capacidad de reaccionar de manera más rápida y precisa que los humanos, lo que disminuiría los incidentes en las intersecciones.
Convivencia entre autos autónomos y convencionales
Aunque la propuesta es ambiciosa, uno de los desafíos será asegurar la convivencia segura entre autos autónomos y tradicionales. La luz blanca solo tendrá sentido cuando exista una cantidad significativa de autos autónomos en circulación. Por lo tanto, será crucial un proceso de adaptación paulatina y el desarrollo de infraestructura que respalde esta tecnología.
En resumen, la luz blanca en los semáforos podría ser un cambio revolucionario en la regulación del tráfico, especialmente en un futuro donde los autos autónomos dominen las calles. Esta iniciativa no solo apunta a mejorar la seguridad vial, sino también a optimizar el uso de recursos energéticos.