Este viernes, el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires (TSJ) confirmó la condena a Carlos Manuel Andrés, joven que le pegó un brutal golpe a Arturo López, el playero que se encontraba trabajando en un estacionamiento del barrio porteño de Monserrat. El hecho ocurrió el 19 de septiembre de 2021, cuando el agresor tenía 17 años.
El sujeto, quien hasta el momento está libre, fue condenado por lesiones graves a tres años de prisión en suspenso y a cumplir una serie de medidas de conducta. La defensa de Carlos Manuel recurrió la sentencia y presentó el recurso de inconstitucionalidad aduciendo que era "incompatible con las exigencias de la Convención sobre los Derechos del Niño".
Sin embargo, los jueces de la Sala I rechazaron el pedido porque consideraron que los abogados de Andrés "no habían demostrado las afectaciones constitucionales que denunciaba, ni habían rebatido los argumentos de los jueces intervinientes en la causa".
En este sentido, el Fiscal General Adjunto señaló que "lejos de haberse demostrado la arbitrariedad de la sentencia condenatoria dictada en lo referente a esos aspectos, las constancias del caso dan cuenta de que en los fallos atacados los magistrados intervinientes realizaron un adecuado análisis de los elementos existentes de acuerdo con las reglas procesales pertinentes y de las circunstancias relativas a la determinación de la pena”.
Por otro lado, sí tuvieron en cuenta la gravedad de los hechos y las consecuencias que el ataque del joven le generó a la víctima.
El estado de salud del playero atacado en Monserrat
La discusión se dio dentro de un estacionamiento ubicado en la calle Moreno 800. Carlos Manuel Andrés se acercó a Arturo López, quien estaba discutiendo con su madre por un supuesto daño provocado en su vehículo, y le pegó con el puño en el rostro. La víctima cayó en tan solo unos segundos al suelo. Toda la secuencia quedó grabada por una de las cámaras de seguridad del lugar.
Actualmente, Arturo López tiene afasia y ya no puede realizar las mismas actividades que hacía antes del ataque. Está impedido de trabajar y según su ex esposa, Miriam Luna, "su situación no presenta avances".
"Arturo jamás volvió, ni va a volver, a tener su vida anterior", aseguró la mujer en diálogo con Noticias Argentinas hace algunos meses.
