Rosario Sansone, de 47 años, era una activista trans por los derechos LGBTIQ+ y fue hallada muerta en su casa de Bahía Blanca en medio de un incendio. Así lo reportó el personal de Defensa Civil y bomberos, que hallaron el cuerpo el domingo 3 de noviembre sobre el elástico de una cama de dos plazas, en posicion de cúbito ventral.
Tras las pesquisas realizadas, los investigadores detectaron que una de las habitaciones linderas presentaba un considerable desorden, pero la puerta principal y el portón de la vivienda permanecían cerrados.
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“Estamos en plena investigación, no se puede afirmar ni descartar que haya sido un homicidio”, expresaron sobre la hipótesis de su muerte. La causa quedó a cargo del fiscal Jorge Vieggo, bajo la responsabilidad de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio 5.
Investigadores esperan el informe preliminar de la autopsia, clave para determinar qué pasó con Rosario, cómo fue su deseso y detectar posibles signos de violencia.
La campaña solidaria de una ONG LGBTIQ+ tras su muerte
La ONG Furias, en busca de ayudar a su familia y a su entorno para recaudar fondos, lanzó una campaña para facilitar el traslado de la familia de la víctima, originaria de Salta, hacia Bahía Blanca.
Sansone era una activista por los derechos LGBTIQ+ y, desde la ONG de la que ella también participaba, buscan acercar a su familia a Buenos Aires para acompañar la investigación.
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Para realizar aportes que ayuden a la causa, reciben contribuciones bajo el alias furias.ong