En 1985, el Encuentro Internacional de la Objeción de Conciencia (ICOM), organizado por distintos grupos internacionales resistentes a la guerra (IRG, en español o “WRI” en inglés), decidieron que cada 15 de mayo se celebraría el Día Internacional de la Objeción de Conciencia, reivindicando la resistencia de “objetores por la paz”, es decir, de quienes se niegan a participar en la guerra. Sin embargo, en países como Argentina, la objeción de conciencia ha sido históricamente ligada al acceso al aborto y otras prácticas que por convicciones religiosas, políticas o incluso por moral hay personas que se niegan a realizarlas.
Según el informe “ImplementAR IVE-ILE” del Ministerio de Salud de la Nación, durante el 2022 “1793 efectores del sistema público de salud en todo el país realizaron interrupciones del embarazo”, que en total fueron casi 100.000, siendo la provincia de Buenos Aires la que realizó casi la mitad de las prácticas, seguida por CABA y Santa Fe. Asimismo, durante el año pasado se realizaron 196 asistencias técnicas relacionadas con el aborto. En el cuarto lugar de las causas se encuentra el ítem “Obstáculo en el acceso”, en el que se incluyen los relacionados con las obras sociales (OOSS) y prepagas y la objeción de conciencia. Sin embargo, en este mismo documento se aclara que no ha afectado significativamente a la práctica.
El Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), junto a la Red de Acceso al Aborto Seguro de Argentina (REDAAS), realizan un seguimiento sistematizado de lo que sucede con la objeción de conciencia desde la sanción de la Ley 27.610 (de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo-IVE-2020-). A través del mismo lograron identificar más de 70 servicios de salud objetores y unos 50 casos de hospitales, clínicas y centros de salud que se niegan a atender personas gestantes que buscan abortar, información al respecto o atención post aborto.
En ese relevamiento, se cristalizó que lo más preocupante sucede en Córdoba, donde al menos 29 centros se niegan institucionalmente y en otros 21 más de la mitad de los profesionales alegan objeción de conciencia. Otra cuestión a tener en cuenta es que en el 65% de los casos la objeción de conciencia no significó un problema porque la derivación fue inmediata. En el otro 35% se dilató el acceso, pero la ILE se terminó practicando igual.
Como destaca REDAAS, en Argentina la objeción de conciencia está protegida de modo legal, regulatorio y jurisprudencial, pero no constitucionalmente (al contrario de Etiopía, Finlandia, Lituania, Suecia y Bulgaria que la prohíben sin importar el caso). La normativa que más clarifica este derecho de quienes trabajan en salud es la Ley Nº 27610, que destaca en el artículo 10 que la decisión debe mantenerse en todos los ámbitos donde le trabajadore ejerza su labor y que objetar debe ir de la mano de derivar al paciente sin dilaciones. Pero, sobre todas las cosas, la objeción de conciencia es individual y jamás puede ser institucional (excepto en Chile, Estados Unidos, Uruguay y Francia, únicos países que la permiten). Vale resaltar además que no puede invocarse en situaciones de emergencia, ni cuando no exista otre profesional disponible para realizar la práctica, ni para la atención post aborto.
Cómo denunciar centros médicos que no garanticen el derecho
Frente a los centros médicos que se niegan a realizar una ILE/IVE o profesionales de la salud que obstaculizan la práctica, existen dos maneras de realizar la denuncia: completando el “Formulario de reclamos para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE)” (https://www.argentina.gob.ar/produccion/defensadelconsumidor/hacer-un-reclamo/practicas-de-salud/ive) o comunicándose al 0-800-222-3444.