El secretario de Trabajo, Julio Cordero, perdió a un funcionario de confianza a manos de una interna que crece en esa cartera entre sus leales, identificados con el Grupo Techint, y el sector de Capital Humano alineado con la abogada exkirchnerista Leila Gianni y que responde de manera directa a la ministra Sandra Pettovello. La puja provocó el desplazamiento del abogado Eduardo Fasulino del cargo que desempeñaba desde abril como director nacional de Promoción y Protección del Empleo y su reubicación en las últimas horas como asesor de Cordero.
La eyección de Fasulino tiene un antecedente casi calcado en la subsecretaría de Trabajo: en mayo Cordero debió tolerar la salida de Liliana Acosta de Archimbal (funcionaria de carrera pero que había ganado la confianza del secretario) y su reemplazo por Martín Huidobro. En ambos casos la decisión corrió por cuenta de Pettovello y la ejecución, por Gianni, jefa de Legales de Capital Humano y cara visible de la defensa jurídica y política de la ministra en la crisis por la falta de entrega de alimentos retenidos en galpones de esa repartición. Archimbal, señalada como presunta responsable de la filtración de datos del pasado de Manuel Adorni como casi sindicalista, sufrió una intrusión en su despacho con revisión de computadoras mientras se encontraba en un viaje laboral en el extranjero.
En los pasillos del exministerio de Trabajo señalan que la disputa se basa entre la "escudería" Techint, minoritaria en cantidad de funcionarios y que tiene como estandarte a Cordero, y la de Pettovello, que se jacta de contar con la bendición de Javier Milei. En ese tironeo también aparece como actor protagónico el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, apóstol de la prédica ajustadora en la administración pública en contraposición con un secretario de Trabajo más conciliador.
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Para Capital Humano no es novedoso. Se trata del ministerio que, además de absorber funciones de Trabajo, Educación, Desarrollo Social y Cultura, sumó más renuncias y despidos desde el arranque de la gestión libertaria. Sólo en la cartera laboral se produjeron las salidas controvertidas de Omar Yasín (primer secretario de Trabajo), Horacio Pitrau (exsubsecretario del área), Mariana Hortal Sueldo y la propia Archimbal (exiliada a un área de inteligencia artificial creada para cobijarla) junto a otra quincena de cargos jerárquicos.
El peso del gigante siderúrgico pareció hasta ahora blindar a Cordero de la sangría de funcionarios. Junto al secretario permanecen otros dos referentes de Techint con amplias potestades pero sin cargos formales en la estructura: Ernesto Rona, responsable directo de la primera oleada de "motosierra" en Trabajo, con medio millar de cesantías, y Miguel Ponte, exsecretario de Empleo en la gestión de Mauricio Macri y una suerte de jefe de personal para todo Capital Humano. Aunque provienen de la misma matriz patronal, Ponte se movió en los últimos meses más como un delegado directo de Pettovello que como un socio de Cordero.
En el entorno de Cordero reconocen que los desplazamientos parecen evidenciar una tensión con Pettovello aunque destacan que la gestión conjunta es cotidiana y que el diálogo se extiende a reuniones permanentes con la propia Gianni. Incluso aseguran que los nombramientos de la línea de la abogada, como el de Huidobro o de la penalista Natalia Romina Rey como directora de Legales de Trabajo terminaron por integrarse sin dificultades al equipo del secretario.