Santa Fe entra en la etapa del distanciamiento social, pero sigue en cuarentena

Con la curva achatada, la provincia recibió luz verde de Nación para reuniones familiares, bares, gimnasios y actividad deportiva individual. La circulación seguirá limitada en grandes conglomerados.

05 de junio, 2020 | 17.59

Acompañada de un buen desempeño de la curva de contagios y sin transmisión comunitaria, Santa Fe entrará tras el anuncio del presidente Alberto Fernández en la fase del “distanciamiento social”, aunque sigue en cuarentena con todos los recaudos para no sufrir un nuevo brote de coronavirus. Tras la solicitud del gobernador Omar Perotti, a partir de este fin de semana estarán habilitadas las reuniones familiares, que se suman a las caminatas recreativas. Actividades deportivas sin contacto físico, gimnasios y gastronomía comenzarán a funcionar el lunes. 

Sin embargo, el municipio rosarino aclaró que continúa la circulación limitada, y la secretaria de Salud provincial, Sonia Martotano, advirtió que la provincia "sigue en cuarentena" hasta el 28 de junio. En tanto, el jueves recibió luz verde de Nación el trabajo doméstico, la venta para llevar en shoppings, la administración de clubes y gremios y trámites presenciales en universidades.

Las reuniones familiares serán los sábados y domingos de 9 a 19 en domicilios particulares, no podrán exceder las 10 personas, incluyendo menores, tendrán que respetar las medidas de prevención y requerirán completar un permiso a través de la app COVID-19 de la provincia. Si bien en principio el gobernador anunció que podrían incluir amigos, en Rosario desalentaron esa modalidad: "Reuniones familiares o afectos cercanos, no son cumpleaños, celebraciones o reuniones con amigos", advirtió el intendente Pablo Javkin.

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No obstante, Provincia acordó con los municipios que quienes están en localidades de los conurbanos de las ciudades, como en la zona de quintas del Gran Rosario, podrán trasladarse hasta 30 kilómetros. "Vamos a reunirnos con los que más queremos. Por eso tenemos que ser mucho más cuidadosos", consideró Perotti en conferencia de prensa.

Los gimnasios, que habían desarrollado protestas en ambos conglomerados, deberán presentar a partir del lunes protocolos para ser aprobados por los municipios según las características de cada establecimiento, al igual que las canchas de fútbol 5. Los mismos establecen cupos, turnos, intervalos, distanciamiento y medidas de higiene, incluidos los tapabocas. Será necesario dejar los datos para entrar, y estarán clausuradas las duchas.

Los bares y restaurantes correrán la misma suerte. Ya presentaron un conjunto de medidas para poder abrir sus puertas con ocupación restringida a la mitad, distanciamiento de dos metros entre mesas, medidas de higiene para comensales y el personal, y la obligación de los clientes de dejar nombre y teléfono para rastrearlos en caso de contagio. Cada local deberá esperar ahora la habilitación de su protocolo para funcionar. El horario de apertura será de 7 a 23.

También se habilitaron a partir del 8 de junio actividades deportivas individuales o sin contacto físico como salir a correr (será de lunes a viernes  de 8 a 20 para no superponerse con las caminatas recreativas del fin de semana), ciclismo no grupal, el tenis, equitación, arquería y golf.

Fronteras adentro

En cuanto a decisiones dentro de la provincia, el gobernador autorizó la apertura de los comercios por la mañana pero facultó a los municipios para definirlo. Por ello, solo se implementó en la capital provincial, que lleva casi 60 días sin casos, en el horario de 10 a 18. En Rosario seguirán abriendo de tarde, de 13 a 19, con una ampliación del horario los sábados de 9 a 18 para el centro, y con horario cortado en los barrios. Por el momento los representantes de paseos comerciales acatan la decisión.

Las autoridades rosarinas, que se manejan con mucha cautela atendiendo a la concentración demográfica, no quieren arriesgarse todavía a cruzar el horario de las compras con el de los bancos. "Santa Fe ya lo había acordado con los comerciantes, pero nosotros les dijimos que no", advirtió un vocero de la intendencia rosarina. El lado B de la negociación es que la provincia sacó el decreto para ambas ciudades porque es lo que se venía haciendo: no podía autorizar a un conglomerado y al otro no.

Lo que sí pudo resolverse fue el paro de transporte público. La fuerte baja en la venta de pasajes durante la cuarentena y la falta de subsidios para paliar ese déficit -compromiso que Nación sí tomó en el AMBA- provocó la crisis del transporte en el interior del país, que derivó en falta de pago a los choferes y medidas de fuerza que se extendieron por más de 20 días, incluida una masiva manifestación en las calles. En la semana, el servicio se retomó en Rosario y Santa Fe por un acuerdo nacional entre la UTA y la federación empresaria hasta el 30 de junio. La vuelta de la movilidad es otro desafío para la evaluación epidemiológica.

"Los controles van a ser más específicos, no tan masivos. Por eso apelamos a la responsabilidad de los rosarinos para no tener que retroceder. Seamos criteriosos", comentó Javkin. En ese sentido, advirtió que "no puede haber asados multitudinarios. No queremos otro caso como el de Necochea, donde por no respetar las disposiciones se contagió mucha gente".

Curva aplanada

En cuanto a los contagios, la provincia registra nuevos casos de forma esporádica, siempre importados de otros lugares: el último foco fue en la localidad de Villa Ocampo, que fue aislada tras la vuelta de un comerciante infectado desde Chaco y volvió a Fase 1 por un foco que ya lleva 11 contagios. En la previa había habido otro en Rosario por un viajante que retornó de Buenos Aires e infectó a una docena de contactos cercanos. La ciudad ya lleva 9 días sin nuevos positivos, y la capital provincial va por los dos meses, pero los gobiernos piden a la población que no se relaje.

La Secretaría de Salud municipal advierte que Rosario se está preparando para la posibilidad de nuevos brotes. "Estamos esperando nuevos casos pero en forma de loma, sin picos que pongan en crisis el sistema de salud", dijo el titular del área Leonardo Caruana a El Destape. "Los test en los barrios populares han dado negativo. No está el virus circulando en la ciudad, sino que viene de afuera. Antes era de otros países, y ahora de otras provincias", alertó.

La estrategia de detección temprana, para controlar los contagios a través del rápido diagnóstico y luego buscar los contactos estrechos para aislarlos y detener la propagación del virus ha sido efectiva en el distrito. Pero el intercambio fluido con otras provincias es un peligro latente. Por eso, además del control y el respeto de los protocolos, apuntó que "hay que cuidar los transportes, los ingresos de la ciudad, las industrias y los mercados". Además, destacó la importancia de testear a los adultos mayores en geriátricos y a los trabajadores de la salud.

La provincia, y en especial los aglomerados, se preparan para un fin de semana que será una prueba de fuego. Si todo sale bien, se seguirá flexibilizando el aislamiento. Pero si la conducta de la población no es cuidadosa, como ya sucedió en otros lugares, todo lo que se implementó a modo de prueba se volverá a restringir, y habrá que seguir esperando.