El 1 de marzo, Alberto Fernández había prometido que el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo o aborto legal iba a ser enviado en los siguientes 10 días, pero esto nunca ocurrió ya que esa misma semana toda la atención del Gobierno pasó a enfocarse en la expansión a nivel mundial del coronavirus.
Pasaron los meses y desde el Gobierno sostenían que el proyecto estaba listo y que podía presentarse pese al contexto de emergencia, pero las posibilidades de concretarlo se hicieron cada vez más difíciles. Finalmente, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, reonoció ayer que la pandemia complicó la presentación de un proyecto de interrupción voluntaria del embarazo.
"Si no hubiéramos tenido pandemia se iba a debatir este año", explicó el funcionario sobre la iniciativa que había sido una promesa de campaña de Alberto Fernández, luego ratificada en los discursos de asunción y apertura de sesiones ordinarias del Congreso.
En radio La Red, Cafiero explicó que pese a que "la voluntad y la vocación del Gobierno siempre fue clara con respecto al aborto", la idea era que el proyecto pudiera debatirse sin restricciones en el espacio público, con participación social.
"Si no hubiésemos tenido pandemia era algo que se trataba este año, ahora no se cuáles son los tiempos legislativos añadió el funcionario-. Esta pandemia es muy dinámica, los tiempos son muy difíciles de prever. La voluntad y la decisión del gobierno es que este proyecto se trate y que sea ley", concluyó.