La diputada de la Coalición UNEN, Elisa Carrió, fue la más dura: "Están los idiotas y están los hijos de su madre, al menos no seamos idiotas". La precandidata presidencial también cuestionó la relación entre la sanción de la ley y los posibles vínculos comerciales con Rusia, y consideró que la nueva norma no contempla el largo plazo: "Hay que pensar el país, el mundo y América latina dentro de veinte años, en este contexto hay que analizar esta ley".
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Las críticas también llegaron desde el socialismo de la mano de Hermes Binner: "Con esta ley estamos dejando pasar la oportunidad de poder concertar una política de Estado en materia energética que permita recuperar el autoabastecimiento perdido en esta década". Además, el santafecino denunció que la nueva ley "no es más que la mera prórroga de los contratos vigentes"
Desde el Frente Renovador, el sindicalista Gerardo "el Momo" Venegas señaló que con la sanción de la ley "se profundiza la entrega y los negociados de la década kirchnerista, y le dan más oportunidades a los socios del gobierno de obtener ganancias siderales con los pozos petroleros que les vienen entregando desde hace años".
En la misma línea, Federico Pinedo, de Unión Pro, dijo que la modificación de la norma "beneficia de manera desmesurada a algunos concesionarios privados como el señor Lázaro Báez, en perjuicio de las provincias, y esas concesiones extremas son las que no tendríamos que haber dado".