Shériko es el artista que en 1975 publicó esa sinfonía popular llamada “Es tiempo de alegrarnos” que, en un principio las hinchadas y las protestas sociales se la apropiaron para ponerle sus propias letras. Este verano, los argentinos la usaron para repudiar al presidente, Mauricio Macri.
Acerca de sus sentimientos al escuchar la canción con insultos, Shériko opinó: "Utilizan mi música, que ya estaba en el oído popular. Entonces, la ligué. Y me pone feliz, contento. Eso no quiere decir que yo no respete la investidura del presidente o de quien sea. No pasa por ahí. Pasa por un sentimiento de hastío, de bronca y de repudio, de decir "loco, ¿qué está pasando?". ¿No tenemos capacidad para generar otra cosa? Sí que tenemos".
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En una entrevista con el periodista Alejandro Moreyra en Infonews, el artista opinó: "no es una agresión despectiva. Es "escuchá lo que te digo. No es para que te vayas corriendo. Atendé mis necesidades, preocupate un poco más por mí, que yo después te voy a aplaudir". Tan simple como eso. Lo que pasa es que ellos nos tratan de estúpidos y creen que todavía tenemos la pluma en la cabeza, y no es así. Tengo que decirte que no todos los negros son delincuentes. Hay negritos pensantes, hay negritos intelectuales. Entonces, prestémosle atención a la gente".
Shériko contó que fue perseguido por la dictadura y que tuvo que exiliarse. “Yo no podía ser difundido por nadie. Agarraron el disco y lo sellaron: ´prohibida su difusión´. Yo no lo sabía, pero de repente me fue mermando el trabajo y dije "¿Qué hago acá? Cruzo la frontera". Agarré mi disquito, mis fotitos, mi valijita y gacetillas, y me fui. Arranqué por Rosario, después subí por Bolivia, Perú, Ecuador, hasta llegar a México. Cruzar las fronteras amplió mi mente, mi espectro”, aseguró.