El Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) informó que, en los últimos días, registró una leve -pero esperanzadora- suba en la acumulación de agua de la reserva de Paso Severino, con la que se abastece a la zona metropolitana del país afectada por una fuerte crisis hídrica. Aunque especialistas señalaron que es un “respiro”, la emergencia continúa y los días siguen contados.
El primer alivio del Gobierno llegó el jueves. Desde la Presidencia se informó que las reservas en Paso Severino subieron por primera vez desde la publicación del informe periódico respecto a la calidad del agua de Obras Sanitarias del Estado, empresa encargada de la distribución. En la jornada de este viernes, en tanto, en ese mismo informe se señaló que el consumo en Montevideo y en la zona metropolitana, que incluye también Canelones y San José, fue de 493.712 metros cúbicos, mientras que la represa contuvo 1.288.449 metros cúbicos, contra los 70 millones que tiene de capacidad.
Desde el Inumet, por su parte, se encargaron de difundir el acumulado de lluvias en la represa de y en el río Santa Lucía -que abastece a Paso Severino-, próximo a la represa de Aguas Corrientes entre las 7 del martes hasta la misma hora de este viernes. El acumulado, en la Cuenca de Santa Lucía fue de 37,5 mm, informaron desde su cuenta de Twitter. En la represa de Paso Severino el acumulado fue de 39,2 milímetros en el mismo período. Mientras que en el Santa Lucía (próximo a la represa de Aguas Corrientes) fue de 40,5.
El jefe de pronósticos de Inumet, Néstor Santayana, indicó que esto "significa menos del 40% mensual de lluvias, al momento". Ante esta situación, el presidente de OSE, Raúl Montero, había dicho que las lluvias de las dos noches previas dieron "tranquilidad" al organismo para "correr la emergencia" unos cuantos días. "Llevamos dos noches favorables que nos han dado la tranquilidad como para correr esa emergencia que teníamos unos cuantos días. Las informaciones muy precarias que tengo ahora son buenas, auspiciosas. Cayó agua en la cuenca", declaró ante un auditorio, según constató Radio Montecarlo (930 AM).
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Consultados por el portal El Observador, los meteorólogos Mario Bidegain y José Serra, coincidieron en que supuso un "respiro", pero discreparon en cuántos días se alargaron las reservas. Bidegain estimó que esta situación "da un respiro de por lo menos dos semanas". De todas formas, señaló que "no revierte la sequía, ni recupera totalmente los niveles del embalse".
Serra fue más "moderado", aunque dijo que "son buenos números", precisó que se trata de “un alivio momentáneo”. Para él, va a dar “cinco, seis días más. Va a elevar la cota, estábamos en 4 centímetros, pasaremos a 6, 7, pero continuamos en la agonía", dijo. En el mejor de los casos, detaló, las reservas se extenderían "diez días, cuanto más, siempre y cuando los consumos sean moderados". Aunque aclaró: "No es solamente el agua que consumimos, sino también lo que evapora. Y lo que infiltra, porque la tierra estaba reseca. Parte de eso es absorbido por la tierra".
Más allá de la situación, el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado afirmó a El País que "la calidad del agua siendo apta para consumo humano y para otras situaciones esenciales de su uso van a seguir en esta situación". Y agregó que están evaluando en las próximas horas lo que llovió y lo que drena sobre Paso Severino y el Santa Lucía. "La situación de la lluvia de ayer y otras decisiones que se tomaron permiten asegurar este nivel de calidad del agua", apuntó.
¿Qué se está haciendo ante la emergencia?
El Gobierno encabezado por Luis Lacalle Pou declaró la emergencia hídrica el 19 de junio pasado, más de un mes después de que se empezaran a tomar distintas medidas para no cortar el abastecimiento para las 2 millones de personas que afecta esta situación. El primer paso, previo a ello había sido modificar los valores de sodio y cloruros permitidos -por fuera de los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud- para poder tomar aguas río abajo -del Río de la Plata- con mayor salinidad, por causa, también, de la sequía. Desde entonces, distintas autoridades aseguran que el agua es “bebible, pero no potable”.
Declarada la emergencia, además de difundir informes diarios con recomendaciones para el consumo como para bañarse y cocinar, el Gobierno emprendió una serie de obras para concretarlas a contrarreloj.
Por un lado, se cuenta con la obra de la represa de Belastiquí, ubicada al noroeste de Montevideo -que ya fue culminada-, permitirá el ingreso y la salida de agua proveniente del Río de la Plata al embalse Belastiquí- Aguas Corrientes. Consiste en 14 líneas de tubería de 700 milímetros para el ingreso y la salida de agua, con sus correspondientes compuertas de cierre. Se construyeron válvulas de retención de operación automática para la contención del agua ingresada al embalse, lo que servirá para mantener el volumen y no perder agua con la fluctuación de las mareas.
En tanto, la represa Campanario, que está en construcción, consiste en un dique sobre el río San José que va a tener la finalidad de embalsar la mayor cantidad de agua dulce de su cauce. El material que se utiliza para el proceso de construcción es arcilla, extraída del campo donde se realizan los trabajos. Es una obra con dos tuberías de 700 mm que van a cruzar el dique.
También se está avanzando en la obra para la captación y el trasvase desde el río San José al río Santa Lucía. Consiste en la instalación de 13.500 metros de tubería (de 1.200 mm de diámetro) para comunicar Paso Valdez con Belastiquí. En cuanto a la duración de la obra, la información que maneja el Gobierno en base a lo estipulado con las empresas que están a cargo de la construcción, es de un mes, pero se depende mucho de los caños que deben llegar desde Brasil. Para ello, representantes técnicos de las empresas a cargo de la obra, autorizados por OSE, estuvieron en la Fábrica Saint Gobain de Barra Mansa- Río de Janeiro con la misión de asegurar la producción en serie comprometida de tubería, y que se cumpla el flujo de salida de camiones hacía Uruguay.