Torbellino político en el altiplano

11 de julio, 2024 | 18.24

 El Estado Plurinacional de Bolivia enfrenta elecciones presidenciales y legislativas en agosto del próximo año 2025, situación a la que llega en una situación de creciente tensión. Existen problemas con las elecciones primarias. "El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia propuso este martes que se suspendan las elecciones primarias para candidatos presidenciales, con miras a los comicios nacionales de 2025, argumentando que las elecciones judiciales, también previstas, no se deben contaminar con temas políticos".

A esto se agregan algunas denuncias hechas por partidos opositores, respecto al reciente intento de golpe de estado. Así el partido Creemos sostenía que "...se reiteró el pedido para que los hechos suscitados el día 26 de junio con el supuesto golpe de Estado, sean tratados con cautela por los países y organismos internacionales, toda vez que existen sospechas fundamentadas de un escenario preparado producto de las pugnas internas al interior del Movimiento Al Socialismo". Y de una perspectiva ideológica diferente a la anterior, el expresidente Juan Evo Morales Ayma sostuvo: En declaraciones a una periodista en CNN "¿Golpe, autogolpe? Sí, es un hecho bien mentado, me imagino entre el presidente y el comandante, porque el comandante era su amigo, su compañero de mucha confianza".

Juan Evo Morales Ayma fue presidente constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia durante tres periodos constitucionales entre los años 2006 y 2019. En este año 2019 renunció a la presidencia después de una serie de protestas motorizadas en parte por una grave acusación de fraude electoral que tuvo lugar en las elecciones generales de Bolivia de 2019, para los cargos de presidente y legisladores.

Durante sus presidencias, Juan Evo Morales Ayma tuvo logros importantes, como la expulsión de la DEA para romper con la subordinación de la política de seguridad interna de una nación a una agencia policial de otra nación lo cual era una gravísima aberración. Y dirigió el proceso constitucional que terminó en la Constitución del año 2009 que instala el Estado Plurinacional de Bolivia, que introduce como sujetos políticos diferenciados a los pueblos originarios con cuotas de legisladores y derechos de autogobierno.

Pero el mismo Juan Evo Morales Ayma, se ha revelado contra el actual presidente y anterior ministro de economía durante sus gestiones anteriores, Luis Arce Catacora, al pretender ser precandidato para las elecciones del próximo año lo que es imposible porque está inhabilitado: "El Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia (TCP), acogiendo una opinión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) sobre la materia, suspendió este viernes la reelección indefinida en el país con un fallo que inhabilita la candidatura del expresidente Evo Morales en las elecciones de 2025.

La Sentencia Constitucional 1010/2023, aprobada por el TCP este 29 de diciembre, establece que la reelección “no es un derecho humano” y por tanto puede ser restringido legalmente”. Y este problema político, que introduce inestabilidad en el proceso electoral constitucional en donde el actual presidente Arce intentará renovar sus mandatos, se suma a un complejo proceso económico, en que tiene lugar una transformación profunda de la economía boliviana, que supone un desplazamiento del centro económico de la República desde el Occidente hacia el Oriente, el departamento de Santa Cruz. Y ese es el proceso de la creciente sojización de la economía boliviana. La expansión de la frontera sojera, está asociada a un cambio en la matriz exportadora de esta nación, en la cual la exportación de alimentos comienza a ser vista como un factor central en la procuración de divisas, de modo que la actual gestión :"Presentó este martes 20 de febrero un paquete de medidas para estimular la inversión y las exportaciones en Bolivia, con el objetivo de revertir una creciente escasez de dólares que ha dejado estanterías vacías y a muchos trabajadores sin recibir salario.

Reducir la burocracia para las exportaciones, aumentar la inversión en la producción de granos, facilitar las importaciones de diésel y permitir la circulación de camiones más grandes, forman parte del plan del presidente boliviano, Luis Arce, para abordar la crisis de divisas". Pero esta nueva matriz productiva, va a producir una transferencia de ingresos a los actores políticos del Departamento de Santa Cruz, con la diferencia política que hay entre esa región y el resto de la nación boliviana, su actual gobernador, Luis Fernando Camacho, se encuentra detenido desde el año 2022 por conspiración contra el anterior gobierno constitucional boliviano.

Dado el presente político de esa nación, el expresidente Evo Morales, que tiene cancelados los mecanismos legales para obtener una habilitación como precandidato a las elecciones presidenciales del próximo año, tiene como único recurso crear una situación de turbulencia y confusión que lleve a una negociación política con el actual presidente, es decir un cambio en la legislación electoral en el cual lo que bajo el actual régimen electoral le está prohibido, le sea permitido. Y ellos supone inevitablemente un período de inestabilidad política precisamente cuando Bolivia está transformando su matriz económica sin que esta transformación acelere las tensiones políticas entre el Oriente y el Occidente. Y todo eso obviamente hecha oscuridad en una economía con altísimas tasas de informalidad, lo que conlleva un estado con una pobre capacidad para recaudar impuestos y generar recursos genuinos. Y eso se acentúa como problema cuando dos de los vecinos más importantes del Estado Plurinacional de Bolivia presentan relaciones complejas con esta nación, ya que no tiene relaciones diplomáticas con la República de Chile por los reclamos bolivianos para la recuperación de la soberanía marítima en la costa del océano Pacífico, y también las tiene con la República Argentina, porque el presidente Javier Milei, en su prédica anticomunista mundial, ha desautorizado al presidente Luis Arce, respecto al reciente intento de golpe de estado, creando un grave conflicto diplomático.

La historia política boliviana es una historia dramática poblada de golpes de estado asonadas y guerra civil. Y en ese proceso se da el extraño cuadro de una convergencia, entre partes completamente antagónicas, inevitable por sus resultados entre un expresidente de izquierda y un presidente argentino liberal de derecha. El posible resultado de esta extraña amalgama puede ser una mayor estabilidad en el proceso político boliviano. Y eso no es nada deseable para algunos actores regionales que necesitan de esta inestabilidad para poder echar mano a los recursos naturales que Bolivia posee en cantidad y calidad.