Las autoridades sanitarias estadounidenses informaron la semana pasada a altos ejecutivos de Merck, Sanofi y AstraZeneca de que sus tratamientos protectores aprobados contra el virus respiratorio sincicial (VRS) para lactantes se enfrentarían a un nuevo examen de seguridad, a raíz de preocupaciones planteadas por escépticos de las vacunas, dijeron a Reuters varias fuentes familiarizadas con el asunto.
Las terapias preventivas -Beyfortus de Sanofi y AstraZeneca y Enflonsia de Merck- serían las últimas puestas en entredicho por el secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., promotor desde hace tiempo de opiniones contrarias a las vacunas y que preside una revisión de las inmunizaciones infantiles rutinarias.
Kennedy sostiene que no se han estudiado adecuadamente los riesgos de muchos productos farmacéuticos.
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Las principales sociedades médicas y muchos funcionarios sanitarios estatales dicen que Kennedy está intentando desmantelar un programa de vacunación que previene enfermedades y salva vidas basándose en sus creencias y no en pruebas científicas.
Funcionarios de la FDA nombrados por Kennedy empezaron a investigar las terapias contra el virus respiratorio sincicial durante el verano, según fuentes y documentos internos.
El portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Andrew Nixon, dijo a Reuters que la asesora principal de la FDA, Tracy Beth Hoeg, inició las cuestiones de seguridad en la agencia ya en junio. Nixon no precisó qué motivó la revisión del VRS.
Hoeg se opuso a las políticas sanitarias estadounidenses durante la pandemia de COVID-19 y ha cuestionado el uso de algunas vacunas infantiles.
Dos o tres de cada 100 lactantes menores de 6 meses son hospitalizados anualmente por VRS, según estimaciones federales. En los lactantes de alto riesgo, la infección por VRS puede provocar problemas respiratorios graves y neumonía, y poner en peligro su vida.
Con información de Reuters
