El observatorio nacional de China renovó la alerta azul por el tifón Haishen, que generará fuertes vientos que afectarán a partes de las zonas costeras del este del país asiático. Pero las alertas también se encendieron en otra potencia del continente, Japón.
El supertifón, el décimo de este año, se observó en el noroeste del océano Pacífico, a unos 600 kilómetros al sur de la isla japonesa de Kyush. En las últimas horas se produjo una fuerza máxima de viento de 187,2 kilómetros por hora cerca de su centro, detalló el Centro Meteorológico Nacional de China.
Según las previsiones del centro, el tifón se moverá hacia el noroeste a una velocidad de 30 kilómetros por hora y se debilitará gradualmente. Se espera que los vendavales golpeen partes del mar de Bohai, el Mar Amarillo, el Mar Oriental de China, aguas cercanas a la isla Diaoyu y frente al este de Taiwan, así como a las regiones costeras de la península de Liaodong, la península de Shandong y la provincia de Zhejiang.
Por ese motivo, el centro aconsejó a las personas y buques que se encuentran en zonas vulnerables a desastres que se refugien de los vientos. China tiene un sistema de alerta meteorológica de cuatro niveles codificados por colores, en el que el rojo representa el clima más severo, seguido por el naranja, amarillo y azul.
Alerta en Japón
Por su parte, las autoridades japonesas ordenaron evacuar a 1,6 millones de personas por el tifón. Se prevé que éste llegue acompañado con fuertes lluvias y vientos, que ya provocaron los primeros estragos.
Un responsable de la Agencia Meteorológica de Japón, Yoshihisa Nakamoto, instó a la ciudadanía a permanecer "en máxima alerta" y a abandonar la zona cuanto antes. Haishen, el segundo tifón que golpea el sur de Japón en una semana, obligó a cancelar más de un millar de vuelos entre el domingo y el lunes, mientras que numerosas líneas de trenes permanecen suspendidas de forma temporal.
Entre otras consecuencias, preocupa los efectos que pueda tener el temporal en la isla de Kyushu, donde recomendó la evacuación de 1.670.000 personas, entre ellas 730.000 de la ciudad de Kumamoto. Hasta el momento, casi 40.000 hogares están ya sin luz en esa ciudad y en la vecina isla de Okinawa.