Aunque aún falta mucho para el inicio oficial de la campaña electoral en Brasil, el expresidente y líder opositor Luiz Inácio Lula da Silva ya comenzó a trabajar para reconstruir la base aliada que alguna vez apoyó sus Gobiernos y hoy, en un encuentro con organizaciones sociales en las afueras de San Pablo, les pidió ayuda para incentivar la participación en las elecciones del año próximo, no solo para elegir presidente, sino también para construir una mayoría progresista en el Congreso, alto que nunca pudo conseguir.
"Tenemos que convencer a la gente de que no basta con votar a Presidente, tenemos que votar a diputados progresistas. Y la juventud, todo aquel que tenga más de 16 años, tiene que llevar el documento para votar.
Los ricos votan por los ricos. Está defendiendo a su clase", aseguró el exmandatario acompañado por el excandidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT) Fernando Haddad, quien perdió en el balotaje con el actual mandatario Jair Bolsonaro, y la titular de la fuerza Gleisi Hoffmann.
"Ahora, ¿cómo construimos una mayoría de negros en el Congreso? Necesitamos aprender a comunicarnos. A partir de ahora, cada vez que abramos la boca, tenemos que convencer a la gente de nuestras ideas. No ganaremos votos maldiciendo a la gente. Lo que decimos tiene que golpear la cabeza y el corazón de la gente", continuó Lula en el encuentro con organizaciones sociales como el Frente Evángelicos por la Democracia y Uneafro Brasil, un grupo que lucha por los derechos humanos de la población negra en los suburbios de San Pablo, principalmente a través de la promoción de la educación popular.
Consciente del mal momento político que vive Bolsonaro -derrumbado en las encuestas tras su gestión de la pandemia que ubicó al país como el segundo con más muertos en el mundo- pero también del clima de crispación que existe y que en el pasado ha jugado en contra del PT y la izquierda, Lula propuso una campaña que escape a la virulencia verbal de la actualidad.
"En los años 80 me encantaba subirme al estrado y gritar: "¡Hagamos una reforma agraria amplia y radical!" Un día una señorita me dijo: '¿Oh Lula, por qué estás tan nervioso? Me asustaste'. Y luego comprendí que necesitaba hablar de otra manera, porque de lo contrario la gente no me entendería", explicó.
Aún es muy temprano para oficializar las candidaturas para el año próximo, pero ya está claro que Lula será el candidato presidencial del PT y quizás de un amplio arco opositor que podría unirse para evitar una reelección de Bolsonaro, hoy una opción que parece que cada vez lejana en los sondeos.
Por eso, el exmandatario no pierde tiempo y quiere aprovechar su popularidad para iniciar cuanto antes la discusión electoral.
"Es bueno que sepan que solo hay una razón para que yo vuelva a ser candidato a la Presidencia de la República. Creo que podemos recuperar lo que ya hicimos y hacer mucho más. Solía decir que cualquier candidato de la tercera vía puede prometer lo que quiera...Pero yo no puedo. Tengo que volver para hacer más", prometió el exmandatario en el encuentro, que reprodujo en sus redes sociales.
Las elecciones generales de Brasil serán el 2 de octubre del año próximo, pero tanto el presidente Bolsonaro como la oposición instalaron el debate preelectoral, en una muestra más de la profunda crisis política que se vive en el país vecino, no solo por los números de la pandemia, sino por los recientes choques explícitos entre el Poder Ejecutivo y el Judicial, que llegaron a desatar hace solo unas semanas una ola de denuncias y advertencias sobre un posible quiebre institucional por parte del mandatario.
(Con información de Télam)