El alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, fue detenido esta mañana tras ser acusado de un supuesto esquema de sobornos en la alcaldía de la Ciudad. A 9 días de que finalice su mandato, Crivella fue arrestado antes de las 6 de la mañana por la Policía Civil en su casa del barrio de Barra de Tijuca y lo trasladaron a una comisaría para prestar declaración.
Cuando fue arrestado, Crivella dijo que era el alcalde que "más combatió la corrupción", una de las banderas prioritarias en la segunda vuelta de las elecciones municipales. "Luché contra los peajes ilegales, tomé recursos del carnaval, negocié el VLT, fue el gobierno que más actuó contra la corrupción en Río de Janeiro", expresó.
El dirigente ganó las elecciones en 2016 y ocupa su cargo desde ese entonces, pero en noviembre de este año perdió por amplia diferencia con Eduardo Paes del Movimiento Democrático Brasileño, por lo que dejará su puesto el próximo 31 de diciembre. Además de ser el principal líder de la ciudad, Crivella es pastor evangélico, muy cercano al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
En más de una ocasión causó polémica por sus medidas y pensamientos homofóbicos y conservadores. En 2019 decidió retirar de la feria del libro de Río un cómic de Marvel en el que aparecen dos hombres besándose en la boca e instó a un equipo de fiscales de su municipalidad a buscar textos con temática homosexual que contuvieran "material inadecuado para menores de edad".
En 2017, Crivella quedó envuelto en un escándalo por su enfrentamiento con las escuelas de samba y los carnavalistas porque recortó sus fondos a la mitad y corrió peligro la realización del tradicional carnaval de Río de Janeiro.
En septiembre pasado, la Justicia había inhabilitado a Crivella por seis años al acusarlo de “abuso de poder”. Sin embargo, en octubre el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil suspendió la sentencia. Por este motivo, Crivella pudo presentarse en las últimas elecciones municipales del 15 de noviembre en las que perdió contra Paes.
En septiembre de este año la Policía cumplió 22 órdenes de allanamiento en domicilios residenciales y oficiales de varios funcionarios públicos y empresarios, entre ellos el de Crivella, a quien le fue decomisado su teléfono celular.