Producción local y precios justos: Formosa consolidó su política alimentaria y generó más de $521 millones en 2025

Durante el 2025, el Programa Soberanía Alimentaria Formoseña continuó con su objetivo de promover el desarrollo local, la comercialización y el acceso directo a alimentos a precios accesibles.

25 de diciembre, 2025 | 13.30

Durante 2025, Formosa consolidó sus políticas públicas en materia alimentaria mediante una serie de programas que no solo garantizaron el acceso a alimentos de calidad para miles de familias, sino que además fortalecieron la economía regional, dinamizaron la producción local y sostuvieron redes de trabajo entre productores y consumidores. En este marco, el Programa Soberanía Alimentaria Formoseña se erige como una de las iniciativas más destacadas de la gestión del Gobierno provincial complementado por medidas específicas de asistencia nutricional desde sectores en situación de vulnerabilidad, y hasta personas con celiaquía.

El programa continuó durante todo 2025 con su objetivo de promover la producción, comercialización y acceso directo a alimentos a precios accesibles, posicionándose como una política pública estratégica en salud, inclusión social y desarrollo productivo. Hasta el 31 de octubre de 2025, el programa realizó 335 ediciones en diferentes puntos del territorio provincial con la comercialización de 246.728 kilos de aimento.

Esta iniciativa, impulsada por el Ministerio de Economía, Hacienda y Finanzas a través de la Subsecretaría de Defensa al Consumidor y Usuario, movilizó un volumen de ventas que superó los $521 millones entre puntos fijos y ferias itinerantes.

En la ciudad capital se llevaron a cabo 29 ediciones barriales en zonas como San Agustín, El Porvenir, La Nueva Formosa y San Isidro. Además, el programa llevó alimentos a localidades del interior provincial, como Las Lomitas y Laguna Yema, recorriendo más de 680 kilómetros para asegurar la llegada de productos esenciales también a las familias del oeste formoseño.

Un elemento fundamental de esta política fue la participación de los productores paipperos, cuyos consorcios y grupos aportaron 138.658 kilos, equivalente al 56% del total comercializado. Este aporte generó más de $112 millones en ingresos para las familias rurales, lo cual no solo asegura productos frescos y de calidad para el consumidor, sino que también impulsa la economía local.

Asimismo, el Gobierno provincial distribuyó más de 2.400 módulos alimentarios destinados específicamente a comunidades originarias —pueblos Toba, Wichí y Pilagá— en barrios de Formosa capital y localidades como Clorinda y Laguna Blanca, reforzando la política de inclusión y equidad territorial.

En el ámbito educativo, se entregaron más de 8.000 kilos de alimentos Nutrifor en escuelas de Clorinda y Pilcomayo, fortaleciendo la nutrición infantil y acompañando los programas de alimentación escolar. Estas acciones se complementaron con la entrega regular de módulos alimentarios para personas con celiaquía, una política sostenida por el Ministerio de Desarrollo Humano que garantiza el acceso a alimentos sin TACC para quienes requieren dietas específicas, ante el retiro de programas nacionales en esta materia.

Asistencia alimentaria para personas con celiaquía

Además de la comercialización de alimentos, el Gobierno de Formosa reforzó este año las políticas de asistencia para sectores con necesidades especiales, como las personas con diagnóstico de celiaquía, que requieren una dieta libre de gluten, cuyos productos suelen tener alto costo en el mercado.

En julio de 2025 se inició una nueva entrega gratuita de cajas alimentarias adaptadas para personas celíacas, organizada por el Ministerio de la Comunidad. La asistencia se extendió durante varios días en la ciudad de Formosa y se coordinó la distribución para quienes residen en el interior provincial a través de centros comunitarios locales como los Centros de Desarrollo Infantil (CDI) y Espacios de Encuentro de la Comunidad Organizada (ECO).

Las cajas contenían productos sin TACC (trigo, avena, cebada y centeno), esenciales para una dieta adecuada y nutricionalmente equilibrada, representando un alivio económico considerable para las familias que deben adherir a una alimentación estricta debido a la enfermedad.

Esta política de asistencia se enmarca dentro de un compromiso amplio del Gobierno de Formosa por garantizar derechos básicos en un contexto nacional adverso, destacando el rol activo del Estado como garante de equidad y justicia social para los sectores en situación de vulnerabilidad.

Soberanía alimentaria como enfoque estratégico

La política alimentaria formoseña no se limita únicamente a la distribución de alimentos accesibles, sino que también abarca componentes de fortalecimiento productivo y social. El origen del Programa Soberanía Alimentaria está vinculado con el trabajo histórico del Instituto Provincial de Acción Integral para el Pequeño Productor Agropecuario (PAIPPA), que busca impulsar el autoabastecimiento y la autogestión productiva de los pequeños productores y sus familias, conectando directamente la oferta local con los consumidores a través de ferias francas y mercados sin intermediarios.

Además, el programa amplió la oferta de alimentos saludables al sumar productos como carne de búfalo, cortes tradicionales, frutas y hortalizas, gracias a convenios con empresas y pymes locales. Esta ampliación no solo diversificó la oferta sino que también incorporó productos con valor nutricional destacado para las familias formoseñas.

Las políticas alimentarias impulsadas por el Gobierno provincial en 2025 consolidan un modelo que articula producción local, desarrollo sostenible e inclusión social, garantizando el acceso equitativo a alimentos de calidad para las familias de toda la provincia. Al mismo tiempo, estas iniciativas fortalecen la economía regional y brindan apoyo tangible a los pequeños productores rurales, consolidando las bases de una soberanía alimentaria real y participativa.

En un contexto donde la crisis económica nacional complica el acceso a bienes esenciales, el enfoque integrador de Formosa profundiza la presencia estatal con herramientas que no solo alivian necesidades inmediatas, sino que también construyen capacidades productivas y fortalecen la resiliencia de las comunidades formoseñas ante los desafíos presentes y futuros.