Los máximos líderes del Clan del Golfo, el mayor grupo armado ilegal de Colombia, definitivamente irían a la cárcel bajo los términos de un posible acuerdo de paz, dijo el viernes el jefe negociador del Gobierno, Álvaro Jiménez, quien aseguró que se buscan avances para hacer "irreversible" el proceso antes de que tome el poder una nueva administración.
El diálogo entre el grupo criminal y el Gobierno del presidente izquierdista Gustavo Petro forma parte de las iniciativas del mandatario para lograr paz en el país y poner fin a un conflicto de seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos, pero que aún no ha alcanzado resultados concretos.
Aunque originalmente el Gobierno de Petro planteó posibles penas alternativas para los líderes del Clan del Golfo, que se autodenomina Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), la opción conversada en la mesa en Catar es cárcel, dijo Jiménez a Reuters en una entrevista.
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"Un aspecto que hemos conversado de manera muy precisa en el desarrollo de toda esta etapa previa y la que estamos adelantando ahora, que es de sesiones formales con acompañamiento internacional, es que va a haber cárcel", aseguró Jiménez.
"Lo único que podemos discutir nosotros son las condiciones y los lugares, pero cárcel va a haber. ¿Cuánta, de qué tamaño? No nos corresponde a nosotros, le corresponde al poder judicial y a los sistemas de justicia transicional que puedan ser aplicables de acuerdo al desarrollo que vayamos obteniendo", explicó.
Un acuerdo que contemple encarcelación se diferenciaría de otros acuerdos de paz con grupos armados, incluyendo la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y los escuadrones paramilitares de ultraderecha, que establecieron penas alternativas y restaurativas de hasta ocho años si los máximos comandantes aceptan su responsabilidad en crímenes como masacres, desapariciones y violencia sexual.
DESARME Y DESMOVILIZACIÓN
Jiménez, un antiguo integrante de la guerrilla del M-19 -al igual que el presidente Petro-, afirmó que el diálogo busca el desarme y la desmovilización de alrededor de 9.000 integrantes de ese grupo con presencia e injerencia en unos 130 municipios de cinco departamentos del norte del país.
"El objetivo de este proceso es la desmovilización del grupo armado. Está claro que habrá que desarmarse", explicó el funcionario al precisar que no se ha acordado un cese bilateral al fuego con el Clan del Golfo, organización que además de enfrentar a las Fuerzas Armadas se disputa el control territorial con otros grupos armados ilegales de zonas estratégicas para el narcotráfico y la extracción ilegal de oro.
Las dos partes acordaron hace una semana establecer tres zonas de ubicación temporal para agrupar a los combatientes de ese grupo armado ilegal a partir del 1 de marzo.
El Gobierno busca garantizar la presencia del Estado en las regiones que controla el Clan del Golfo con inversión social y sustitución de los cultivos de hoja de coca, la materia prima de la cocaína, además de evitar la llegada de otras organizaciones criminales después de una eventual desmovilización, dijo Jiménez.
Los esfuerzos del Gobierno para asegurar el control de territorios disputados enfrentan desafíos, de acuerdo con reportajes de Reuters en el Cañón del Micay, una de esas zonas.
Las órdenes de captura y de extradición para los máximos comandantes del Clan se suspenderán a medida que se logren avances en el proceso, afirmó Jiménez.
Catar, España, Noruega y Suiza son los mediadores del proceso y el Gobierno colombiano invitó a Estados Unidos y al Reino Unido a participar, pese a los recientes roces diplomáticos de Petro con la administración de Donald Trump por diferencias sobre la lucha contra el narcotráfico.
Pero hasta ahora ni Estados Unidos ni el Reino Unido han tomado la decisión de participar, sostuvo el funcionario.
"Hay ocho meses para que el Gobierno del actual presidente llegue a su fin. El tiempo para construir paz va mucho más allá de un Gobierno. Nosotros vamos a avanzar y esperamos hacerlo de manera suficiente en consideración a que el proceso se vuelva irreversible", concluyó Jiménez.
Con información de Reuters
