Este martes se dio a conocer una nueva caída del índice de producción manufacturera. Además de la crisis productiva que puede vislumbrarse en las cifras que difunde el Indec, un informe del CEPA que recopiló datos de la Confederación de Sindicatos Industriales (CSIRA) reflejó la situación crítica que atraviesan los trabajadores del sector. La crisis económica que generó el gobierno de Javier Milei profundizó la pérdida de empleo, la caída de la actividad y una negociación salarial cada vez más regresiva. Entre despidos, retiros voluntarios y paritarias que no alcanzan a sostener el poder adquisitivo, la industria enfrenta uno de sus momentos más delicados.
El relevamiento de la CSIRA expuso un deterioro generalizado del empleo industrial. Entre noviembre de 2023 y agosto de 2025 se perdieron 138.573 puestos de trabajo registrados en el sector privado, de los cuales 42.406 correspondieron directamente a la industria manufacturera. Si se incluyen minería y construcción, el total asciende a 111.747 empleos destruidos, es decir, el 80% del total de la caída laboral reciente.
La contracción no afecta solo a los trabajadores: en el mismo período cerraron 1.974 empresas industriales y 1.790 firmas de la construcción, profundizando un escenario de estancamiento productivo y pérdida de capacidades instaladas. Para los sindicatos, la frase que resume el cuadro es clara: “Sin industria no hay empleo”. Y las cifras del informe lo reflejan con crudeza.
Ventas, producción y capacidad instalada: siete de cada diez gremios hablan de caída
La actividad del sector tampoco ofrece señales de recuperación. Según la CSIRA, el 75% de los sindicatos indicó que la situación general del último trimestre empeoró respecto al anterior. Las ventas retrocedieron en 58,3% de los casos, mientras que la producción cayó para 62,5% de los gremios consultados.
El uso de la capacidad instalada también muestra un deterioro: la mitad de los sindicatos reporta una baja, con plantas que trabajan muy por debajo de su potencial. En inversiones, apenas el 12,5% de los casos detectó algún repunte, mientras que las exportaciones se redujeron en un preocupante 62,5%, duplicando la caída registrada meses atrás.
En términos de empleo directo, el informe detecta más adelantos de vacaciones (54,1%), retiros voluntarios (50%), jubilaciones anticipadas (41,7%), recortes de horas extras y un aumento de suspensiones. Los despidos también crecieron: el 58,3% de las organizaciones señaló un aumento durante el último trimestre.
La paritaria industrial, atrapada entre la inflación y la recesión
Si la actividad industrial cae, la negociación salarial tampoco muestra margen. La CSIRA advierte que las paritarias están fragmentadas y desordenadas, con discusiones que se actualizan cada mes, bimestre o trimestre sin permitir una planificación estable.
Los resultados son, en su mayoría, insuficientes:
- 33,3% de los acuerdos quedan por debajo de la inflación.
- 60% apenas logra empatarla.
- solo 4% logra aumentos reales.
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Además, 96% de los sindicatos afirma tener dificultades para negociar. Entre las causas aparecen: falta de horizonte económico, demoras en la homologación oficial, reticencias empresarias, caída de ventas y producción, imposibilidad de abordar temas no salariales, como categorías o productividad.
Pese a este escenario crítico, casi el 60% de las discusiones sigue concentrada exclusivamente en salarios, un reflejo de la urgencia que impone la pérdida del poder adquisitivo en un contexto de crisis económica.
Un futuro sin alivio: más del 86% espera que la situación empeore
Las perspectivas son incluso más preocupantes que la coyuntura actual. El 86,4% de los sindicatos industriales prevé que la situación económica del próximo trimestre será peor. Ninguno espera una mejora.
El pesimismo tiene fundamentos concretos:
- 37,5% anticipa una profundización por la pérdida del poder adquisitivo.
- 25% teme efectos negativos del acuerdo con el FMI.
- 25% advierte por la apertura importadora.
- 8,3% proyecta una caída aún mayor de las exportaciones.
Los gremios también consideran que el resultado electoral reciente no cambia el rumbo económico: el 58,3% cree que el escenario será “mucho peor” y un 25% “moderadamente peor”. Nadie anticipa mejoras.
Salarios que no alcanzan en una industria que se achica
El diagnóstico de la CSIRA es contundente: la crisis económica impacta de lleno en la industria y golpea especialmente a los trabajadores, cuyos salarios pierden poder adquisitivo mes a mes mientras la negociación paritaria se vuelve más difícil.
Con más despidos, menos producción, incremento de suspensiones y caída generalizada del empleo, el informe concluyó que el panorama industrial de 2025 combina recesión profunda, pérdida de empresas y una estructura laboral que se achica, forzando a los sindicatos a discutir en emergencia permanente.
