Lionel Messi fue tan importante para la historia de Barcelona que, desde que explotó allí, cada atacante juvenil talentoso que aparece en las divisiones del club hace que sea calificado como "el nuevo Messi". Uno de estos casos fue el de Gai Asullin, un israelí que deslumbró en La Masía desde 2007 y hasta llegó a formar parte del plantel dirigido por Pep Guardiola, en un equipo repleto de estrellas con el propio "Leo" y Ronaldinho incluidos.
Lo concreto es que, con el correr del tiempo, el asiático fue perdiendo terreno, quedó en el olvido en el mundo del fútbol y a comienzos de 2023 atiende un local de ropa infantil. Sin embargo, a los 31 años, también aprovecha para sacarse las ganas de jugar al deporte que tanto ama en Crema, un club de la Cuarta División de Italia.
De ser el nuevo Messi a la Cuarta de Italia y atender un local de ropa: la historia de Gai Assulin
Con menos de 4000 seguidores en su cuenta oficial de Instagram (@gaiassulin10), el israelí suele mostrarse en familia con su esposa y su pequeña hija, aunque cada tanto también publica sus antiguas fotos con Guardiola, Ronaldinho y la camiseta de Barcelona. Elogiado por muchos en La Masía justo en la época en la que el rosarino empezaba a ser la figura del equipo, algunos lo compararon con el crack de PSG pero él mismo reconoció que, lejos de ser positivos, los elogios le terminaron haciendo mal en el ámbito profesional.
De hecho, en la entrevista con el diario británico The Guardian en 2021, Assulin opinó que "a la gente le gusta comparar en el fútbol, es algo que se hace a menudo" y profundizó: "Para mí es un gran cumplido, pero Messi es el mejor futbolista de la historia". También declaró que "a veces no es bueno si lo tomás por el lado equivocado, porque la expectativa es que salgas a la cancha y juegues igual que Messi todo el tiempo".
"A todo equipo que fui, veían las comparaciones con Messi y pensaban que iba a ser como él y marcar 50 goles por año, así que la comparación no fue positiva", admitió. Luego del debut oficial con la camiseta blaugrana por la Copa del Rey 2008 frente a Cultural Leonesa, en los entrenamientos fue perdiendo el gran nivel que había demostrado desde el principio y la institución catalana decidió cederlo a mediados de 2010. Sus reiteradas lesiones y el gran recambio con el que contaban en Barcelona en su puesto en aquella época hicieron que se desvinculara del club para fichar, tres meses más tarde, con Manchester City de Inglaterra.
Sin embargo, allí tampoco se consolidó en el primer equipo y comenzó un profundo declive en su carrera con apenas 20 años: fue perdiendo categoría hasta pasar por otras entidades menores, y algunas de ellas desconocidas. Brighton (Inglaterra); Racing de Santander, Hércules, Mallorca, Sabadell (España); Hapoel Tel Aviv (Israel); Kairat Almaty (Kasajistán); Politehnica Iași (Rumania) y Crema (Italia) fueron sus destinos posteriores.
En la actualidad, se encuentra en libertad de acción tras haber rescindido el vínculo con la entidad italiana a mediados de 2022. De hecho, Asullin vive en Inglaterra con su familia, aunque "despunta el vicio" del fútbol en las canchas de "papi" y aguarda por alguna propuesta formal, dado que todavía no se ha retirado. Además, suele llevar a su hija de diez años al colegio y atiende un local de ropa infantil junto con su esposa.
Más allá de que jamás pudo ser una estrella del fútbol mundial como quiso desde chico, no siente resentimiento por ello y prefiere rescatar lo positivo: "Crecí en un pequeño pueblo de Israel y mi sueño era jugar en la Primera. Di todo lo que tenía junto a mi padre, que me empujó porque realmente creía en mí. Nunca pensé, ni en un millón de años, que jugaría en la Primera para Barcelona". "Sólo soñaba jugar en un club 'normal', pero las cosas fueron mejorando y logré eso, algo que llevaré conmigo para siempre. Fui el jugador más joven de la historia en representar a Israel en el Seleccionado, un logro también increíble", amplió.
Si bien no descarta continuar como deportista, Assulin se conforma con que su hija lo haya observado dentro de la cancha: "Me vio marcar goles en Italia e Israel y está orgullosa de mi". "Quiere que siga jugando al fútbol para decirles a sus amigos que su papá juega a la pelota, pero también quiere que me quede en Manchester", finalizó.