Violeta y Mex Urtizberea conducen Futuralia, un programa que consta de cuatro capítulos de media hora y, de la mano de sociólogos, pedagogos y biólogos, analiza cómo serán las sociedades del futuro. Los actores protagonizan breves debates sobre diferentes aspectos de la vida social y los cambios que habrá con el paso del tiempo. Por su parte, la pequeña Lila -hija de Violeta- también participa del ciclo mediante videos cortos; es una apuesta transgeneracional.
El programa se estrenó en la TV Pública el lunes pasado y se lanzará por Canal Encuentro el jueves 28 a las 22. También se emitirá por señales de distintos puntos del país como Ushuaia, Tierra del Fuego, Mendoza, Tucumán, Mar del Plata, Chaco y Río Negro. En diálogo con El Destape Web, Mex y Violeta, además de referirse a Futuralia, se explayaron sobre su vuelta al teatro, sus experiencias televisivas y su amor por Lila.
¿Cómo definirían a Futuralia? ¿Qué significó para ustedes hacerlo?
Mex: El documentalista Roberto Barandalla, a quien conozco desde hace mucho tiempo, me llamó para contarme la idea de hacer Futuralia. Me pareció súper interesante, le conté a Viole y ella se copó. Nos copamos. Tiene que ver con el enigma de todo lo que está pasando a nivel social y hacer un programa relacionado a eso: escuchar respuestas ante las incertidumbres. Más que nada, lo que conmueve son los testimonios de los niños que participan en el ciclo. Para ellos todo es posible, entonces sus respuestas produce mucha emoción y te das cuenta de que sabemos poco de dónde estamos metidos. Por eso nos pareció un buen proyecto y nos sumamos.
¿Habían hecho algo de este estilo ya?
Violeta: No. Yo por lo menos nunca había hecho nada que tenga que ver con la conducción ni nada de eso. Mi papá sí pero yo no.
¿Y cómo te sentiste en ese lugar?
V: Bien. Igual como que no fue una conducción tan convencional. Fue hablar con mi papá en pequeñas situaciones, pero actúo de ser yo misma, que es lo que menos me gusta hacer porque me da más vergüenza. Estuvo bueno porque estábamos en un contexto divertido, los dos juntos, eso lo hizo más ameno.
¿Cómo fue volver a trabajar juntos después de tanto tiempo? Sacando las novelas, lo último que hicieron juntos fue Magazine For Fai en los 90.
V: Claro, después hicimos las novelas, pero ahí no nos cruzábamos mucho, así que tampoco trabajábamos tan tet a tet. Volver a trabajar juntos estuvo bueno, yo siempre tenía resistencia a trabajar con él por ser su hija. Quería despegarme. Las veces que nos han ofrecido hacer cosas juntos, mi papá siempre decía ‘Preguntale a Violeta’ y yo decía que no (risas). Sobre todo hacer notas y esas cosas. No quería porque me pasaba mucho, en los primeros años, que en cada nota que me hacían el título era algo referido a mi papá o lo más importante de la nota siempre era hablar de él, que era entendible porque él era el famoso. Me di cuenta que la mejor estrategia era hacer eso, creo que lo logré porque hoy en día mucha gente me dice: “No sabía que era tu papá, pensé que era tu hermano o algo así”. Eso fue gracias a que no hicimos cosas juntos.
Y ahora nos llegó esta propuesta, nos pareció interesante, de la mano de Canal Encuentro, que siempre hace cosas de mucha calidad e interés, y nos pareció que valía la pena. Tenía un sentido que estemos los dos juntos, porque es un programa que habla del futuro y las distintas generaciones. Al ser padre e hija, más las mini participaciones que tiene Lila mediante videítos, nos permite mostrar las tres generaciones y qué les espera a cada una de ellas en el futuro. Por eso había un sentido para hacerlo juntos.
En Futuralia se hace alusión al futuro pospandemia, ¿ustedes cómo vivieron el proceso pandémico? ¿Cómo manejaron la distancia durante la cuarentena? Sobre todo con Lila tan chiquita
V: Y.. todo por el celu. Videollamadas y punto (risas).
Claro, no era lo mismo pero bueno..
V: Y no. Igual pasaba que hablábamos todos los días, cosa que en la vida normal no hacemos. Se generaba como otro tipo de vínculo, pero sí, era virtual. Después en cuanto pudimos, por septiembre, empezamos a juntarnos en el jardín de mi papá, cuando se abrió todo un poco. Pero sí, pasaron un montón de meses sin vernos la cara.
Otro de los temas que toca Futuralia es lo asfixiante que resulta la jornada laboral como está establecida en el actual sistema. ¿Ustedes tuvieron esa sensación en sus trabajos alguna vez, a pesar de hacer lo que les gusta?
M: Nosotros no tenemos trabajos regulares donde tenés que trabajar ocho horas todos los días. Por ahí tenemos tiempos donde trabajamos mucho igual. La época en que yo hacía Graduados y Pura Química era un infierno, pero es diferente. Creo que está bien la idea de reducir la jornada laboral -concepto planteado en el programa-. Se ha hecho en algunos lugares como España e Islandia, donde sacan el viernes como día laboral. Y se demostró que la gente trabaja mejor, rinde más, porque fueron sacados de esa rutina de tantas horas por día. También, en otros lugares, sacan dos horas y trabajan seis.
V: Sí, o también el concepto de tarea cumplida. Te dan una cantidad de cosas para hacer y te administrás por semana cómo lo haces. Vos tenés que hacer eso y punto.
M: Hay empresas que lo hacen. Además está el trabajo desde la casa, que cada vez es mayor. No siempre hay que ir a la empresa, solamente el tipo que tiene que estar con las máquinas o cosas así, que tiene que estar ahí. Pero cada vez son menos los trabajos así.
V: Igualmente eso no es lo mismo para una persona que vive con su familia, que capaz quiere rajar de la casa también. Es agobiante, si vos tenés tres pibes, estar trabajando en tu casa. No sé, yo me mato.
Y sí, terminás trabajando el doble.
V: Sí, aparte ni siquiera tenés la gracia de cruzarte con tus compañeros y charlar un rato. Para mí estaría bien que cada uno eligiera eso de trabajar en la casa o no.
M: Pero un cambio tiene que haber seguro. En muchos lugares lo hacen y favoreció muchísimo a todos los sectores, todo funciona mejor.
V: Esa cosa de tenerte ocho horas todos los días porque sí, a veces sin tener que hacer nada, es terrible. Viste que a veces no tener que hacer nada es más agotador que hacer.
Con respecto a nuestros trabajos, nos pasa que tengo momentos de muchísima demanda, por ejemplo ahora que estoy grabando la tira y los fines de semana tengo función, entonces no hay momento libre. Pero yo sé que eso se termina, lo que para mí significa un alivio porque veo una zanahoria adelante y digo: “Esto es hasta tal fecha y después no sé cuándo voy a volver a trabajar”, entonces también está bueno aprovechar mucho trabajo. Lo que me parece enajenante es eso de levantarte todos los días a las 8 de la mañana, trabajar hasta las 6 de la tarde, tener 15 días de vacaciones y punto. Ahí, a mí, me agarra asfixia. Pero bueno, tiene que ver con la estructura mental de cada uno. A otra persona le parecería un horror la incertidumbre que tiene nuestro trabajo.
Tal cual. Recién dijiste que estás grabando una tira, ¿Cuál es?
V: Es La 1-5/18, la de El Trece. Mi personaje todavía no entró. En dos semanas más o menos aparece.
¿Se puede adelantar algo?
V: Sí. Hago de la hermana de Agustina Cherri y soy muy malvada. Vengo a hacer maldades.
Ya has tenido personajes medio malvados, pero siempre con una cuota de comicidad.
V: Un poco sí. Pero este es terrible. El más malo que hice.
Volviendo un poco a lo personal, Violeta, ¿Cómo ves a Mex como abuelo?
V: Yo lo veo bien. Como es él, muy cariñoso, muy lúdico, siento que va a ser una figura muy importante para Lila. Ella todavía es como un bebote, pero ahora ya está interactuando un montón y está hablando. Reconoce a todo el mundo, charla y le dice “Abu Mex”, es una figura muy importante en su vida. Y supongo que cada vez va a serlo más y se van a divertir mucho.
Y vos, Mex, ¿cómo ves a Violeta como mamá?
M: Me produce una gran emoción. Es increíble tener una hija y ver a la hija de tu hija. Presenciar todo eso. Y es muy raro, porque hasta que no sos eso, abuelo en mi caso, no sabés cómo es. Es una sensación que no la tuviste, sabés eso qué sentís con un primo, un hermano, pero no con una nieta. Tenés que esperar un montón para saberlo. Estoy en ese momento y sí, veo que me voy a divertir. Tengo ganas de que sea más grande, más independiente para estar con ella y que venga acá a casa, que es un lugar divino para jugar. Me imagino jugando con ella, de todo. Es una cosa divina, para mí es mucho. No sabía que me iba a pegar así, es divino.
¿Cómo surgió el nombre Lila? ¿Tiene que ver con que vos te llames Violeta?
V: En realidad, Juan (Ingaramo, su pareja) siempre decía que quería un nombre con cuatro letras, porque él se llama Juan y su hermana Inés. Como para seguir esa tradición, además de que su apellido es bastante largo, entonces queda bien. Y los nombres que se nos ocurrían de cuatro letras a mí no me terminaban de gustar, él tenía una lista con varios pensados. Se ve que los fue pensando con otras novias también, no sé (risas). No, pero como él ya tenía la idea de las cuatro letras, tenía su lista y a mí no me convencía ninguno.
Por otro lado, en un momento dijimos “estaría bueno que sea un color”, porque el mío lo es. Y de golpe dijimos “Lila” y fue perfecto: un color de cuatro letras, que nos parecía hermoso a los dos. También pensamos Rosa, estuvimos entre esos dos y elegimos Lila. Quizás, quien te dice, si hay una próxima se llame Rosa. Y ahí me van a salir a matar en Twitter, imaginate. Pero bueno, no importa. (Risas)
En cuanto a lo televisivo, hicieron Magazine For Fai en los 90, teniendo en cuenta que era un ciclo muy nutrido por lo social y los cambios que han habido en los últimos años, ¿les gustaría volver a hacer un programa de ese estilo en la actualidad?
V: Papá.
M: Mmm, no, no sé. La verdad es que no lo pensé. Ya vamos a hacer cosas con Viole, nos divierte la idea de planear y de llevar adelante algo. Todo ese proceso nos divierte, nos juntamos con distintas personas que llevan a cabo eso.
V: Ahora estamos más con el formato series y eso, que es un poco lo que está sucediendo. No pensamos mucho para la tele de aire. Ya es como que, para la ficción sobre todo, no hay tanto espacio. Y también el formato serie, de capítulos, te permite la posibilidad de generar un producto que se acerca más a nuestro gusto en este momento.
M: Y, la tele medio que ya está.
V: No digas eso que yo estreno el personaje en la tira.
M: Bueno, pero a eso después lo venden a plataformas y tiene otro lugar.
V: Sí, incluso pasa que el programa tiene un montón de reproducciones en YouTube y eso no se cuenta en el rating. Se tiene que empezar a tener en cuenta eso, porque hoy en día todo pasa por ahí. Yo no tengo tele.
M: Claro, yo tampoco tengo.
V: Yo tengo la tele, el cuadrado, pero solamente veo Youtube. Igual me miro un Bendita, en YouTube, al otro día de la emisión. (Risas)
¿Qué pueden contar de las obras que están haciendo en teatro, Una casa llena de agua y Mi amigo Mex?
V: ¿Vos, pa?
M: Ahora terminamos en Paseo la Plaza el viernes pasado y vamos a hacer unas fechas antes de fin de año en Montevideo, Rosario y Santa Fe. Estamos viendo Córdoba también. Tenemos planeado seguir el año que viene. La verdad es que nos divierte mucho hacerla y es un grupo muy lindo, con gente que me presentó Violeta: Ignacio Sánchez Mestre, un gran director y dramaturgo. Aprendí mucho con él. También estamos con Gerardo Delelisi, que escribió la obra y también es asistente de dirección y Marcelo Chirinos, mi compañero en la obra. La escribimos juntos, estuvimos un año haciéndola. Se generó una cosa muy cooperativa y romántica, así que la seguiremos haciendo hasta que nos aburramos, nos divierte mucho.
V: Yo estoy con Una casa llena de agua, por ahora solo por octubre, los viernes, sábados y domingos. Quizás hacemos funciones en diciembre, pero la idea es seguir el año que viene. Ahora estamos viendo si hacemos enero y febrero y después tengo que parar. Como soy yo sola, es un unipersonal, medio que puedo hacerla cuando yo quiera digamos. Nadie depende de mí. Si justo tengo que filmar una cosa, paramos y seguimos después. Eso es lo que vamos a hacer el año que viene.
Es la primera obra de Tamara Tenenbaum, la dirige Andrea Garrote y la produce Teatro Futuro, que son Mariano Tenconi Blanco y Carolina Castro. Y nada, feliz, nos está yendo súper bien, la gente está con muchas ganas de ir al teatro, están todos los teatros llenos y es una fiesta. Invito a verla porque está re linda la obra.
Por último, ¿cómo vivieron la vuelta al teatro después de tanto tiempo de desconexión con el público?
V: Para mí volver a actuar fue muy necesario porque ya me estaba volviendo loca. Es una necesidad para mí actuar, si no después empiezo a hacer escenas en mi casa y nadie quiere eso (risas). Así que sí, fue emocionante y necesario.
M: A mí me emocionaron muchísimo las primeras funciones, la primera más que nada. La gente tenía unas ganas de hacer catarsis y soltarse. Pasa todo eso en este momento, ya se va a ir equilibrando pero hay una necesidad de descarga muy grande. La gente se ríe con mucho ruido y aplaude de pie, todo mucho. Es lógico. Me hizo llorar, se me llenaron los ojos de lágrimas en la primera función. Ver a toda la gente con barbijos y aplaudiendo con tanto ímpetu, después de tanto encierro.
Menos mal que ya casi quedó atrás el encierro, va volviendo todo a a normalidad.
V: Sí y viste que dicen que ahora se va a volver todo medio degenerado. Como que la gente está desatada. Bah, "la gente", todos estamos (risas).
M. Sí, yo creo que también va a pasar algo así. Como un destape. Para todo, tanto una gran libertad divina como el grupo de Milei. Ves de todo.
Puede ser bueno como puede ser desastrozo
M: Sí, pero la gente va a descargar sí o sí.