El trato que los perros reciben en determinados hogares puede generar que su vida a largo plazo se encuentre perjudicada y esto podría ser producto de que se los humaniza. Muchas veces, la decisión de darle lo mejor al animal desencadena una confusión que provoque un daño más que un beneficio. Es por ello que ciertas acciones deben evitarse.
A veces, una persona puede desarrollar un enorme grado de relación con su mascota y decida darle lo mejor que tiene a su alcance para que obtenga un elevado grado de calidad de vida. Esto puede ir desde comprarle ropa para determinados climas, baños, tratamientos de salud, lugares para descansar, excesivos procedimientos de limpieza, accesorios y hasta modificar la forma en la que se alimentan. Una serie de decisiones que humanizan a un animal y que luego son replicadas en las redes sociales.


"Los animales no son humanos, no tienen derechos humanos, y por eso mismo no tienen responsabilidades. Tienen derechos animales. Así como no sienten "amor" ni "fidelidad" tampoco "traicionan" ni son celosos. ¿Son capaces de entender el daño que les hacen al humanizarlos?", expresó Seoriza17 como figura su cuenta en X (Ex Twitter). Un comentario que recibió varios rechazos, pero también afirmaciones señalando lo malo que es alterar el comportamiento de los animales.
¿Por qué es malo para la salud de los perros?
Hay que entender que se intenta adaptar un estilo de vida que es propio de los humanos a un animal que dispone de un instinto totalmente distinto. Uno con necesidades que se resuelven de otra manera. Si bien, es cierto que en muchos casos dependen de las personas para poder alcanzar determinado bienestar, no significa que deban modificar sus conductas de acuerdo al contexto en el cual se encuentran inmersos.
En lo que respecta a consecuencias físicas, se puede apreciar que los perros no pueden consumir y digerir de la misma manera que las personas determinados alimentos. El chocolate es uno que los veterinarios no aconsejan dar, debido a que podría ser el causante de varias enfermedades. También hay que considerar que los accesorios y la ropa en determinados casos les generan dificultades para respirar o que su cuerpo se sobrecaliente de una manera excesiva.
Por otro lado, lo mental expone que un vínculo de dependencia excesiva puede provocar que el perro sienta un grado de ansiedad elevado cuando la persona tenga que dejarlo por un instante. Algo que no solo puede llevarlo a provocar destrozos en el hogar, sino también alentar a una conducta agresiva hacia otras personas y demás animales. Lo mejor es que cuenten con un espacio y tiempo propio para que puedan desarrollar sus actividades.
“La gente debería entender que aunque las mascotas parecen tener ciertas similitudes con las características humanas, no son humanos. Y también deben reconocer que los animales de compañía tienen necesidades biológicas distintas a las nuestras, que deben satisfacerse para evitar actos que puedan perjudicar a sus propias necesidades”, remarcan desde National Geographic.