Un equipo científico de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) desarrolló un dispositivo que detecta de manera rápida y segura una variedad específica de la familia bacteriana Escherichia coli, que porta toxinas llamadas “Shiga” y puede generar enfermedades mediante, por ejemplo, la contaminación de alimentos. Si bien la mayoría de sus variedades son inofensivas, algunas cepas como la Escherichia coli O157 pueden causar cólicos abdominales, diarrea con sangre, vómitos o el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), que daña de manera aguda a los riñones y afecta principalmente a niños, ancianos y aquellos que, por padecer otras enfermedades, tienen su sistema inmunológico deprimido.
Jimena Manzur, doctora en Ciencias Biológicas y directora del proyecto, afirma ante la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ: “Argentina presenta una de las tasas más altas de contagios del SUH en menores de cinco años a nivel mundial al detectarse alrededor de quinientos casos por año”. La bacteria está presente en los intestinos de las personas y de los animales sanos. El kit que la detecta, creado por el Laboratorio de Desarrollo de Diagnósticos Moleculares de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia de la UNSL, se trata de un ensayo de PCR en tiempo real.
“El kit identifica la toxina Shiga 1, la toxina Shiga 2 y las variantes de cada una, así como el gen EAE que permite la adhesión de la bacteria al intestino y está asociado a casos severos de este síndrome, y la presencia de la cepa 0157. También, incorporamos un gen control que evita los falsos negativos”, detalla Manzur. También, se lo utiliza para la detección de esta cepa en alimentos y cultivos de materia fecal de pacientes.
En la actualidad, el kit de diagnóstico se utiliza en los laboratorios de salud pública de las provincias de San Luis y Mendoza y los resultados de los ensayos se obtienen tras 24 horas. De todas maneras, la provincia de San Luis envía los estudios a la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud Dr. Carlos Malbrán, cuyos resultados tardan en volver a la provincia entre 7 y 10 días.
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Según cuenta la investigadora, “la patología se produce cuando una persona, sobre todo niños menores de 5 años, adultos, mayores o personas inmunocomprometidas consumen alimentos contaminados, vegetales mal lavados o el consumo de agua no segura”. En este sentido, desde el sitio web de la ANMAT advierten que también puede transmitirse de persona a persona por contacto de manos.
Los síntomas van desde un cuadro de diarrea (generalmente con sangre) y fiebre hasta vómitos y dolor abdominal. “Si el niño tiene disminución de la cantidad de orina y decaimiento, debe consultarse inmediatamente al centro de salud u hospital. No se recomienda usar antibióticos. El uso de antibióticos sin indicación médica puede producir complicaciones y favorecer que aparezca el Síndrome”, precisan.
“Desde nuestro laboratorio desarrollamos el kit de diagnóstico y ofrecemos la transferencia del mismo de manera gratuita a todas las instituciones públicas que así lo requieran“, sentencia Manzur.