Mientras CABA vive una disputa política por la presencialidad de las clases en un contexto sanitario desfavorable, en Santa Fe comenzaron a aparecer voces que plantean la necesidad de una vuelta a la virtualidad por el notorio crecimiento de los casos que viven los grandes conglomerados urbanos. Entre ellas, la de los gremios docentes, que afirman que la situación en Buenos Aires podría poner en peligro la de Santa Fe, y la de especialistas e investigadores que advierten que la circulación de personas que genera tener a los niños en las aulas, más allá de los cuidados que se tengan dentro de ellas, es lo que aporta a una suba de los contagios.
El gobernador Omar Perotti viene repitiendo que quiere sostener la actividad económica y los chicos en las aulas. En un año electoral, ambas cartas parecen vitales, pero requieren un delicado equilibrio con el sistema sanitario. La estrategia es esperar hasta último momento para cerrar, pero la curva de casos (aumentaron 50% en 14 días) y los números de ocupación de camas (llegó al 87%) ya están emitiendo alertas, y las restricciones en la provincia siguen siendo solo sobre la circulación y actividad nocturna, ya que Santa Fe no se plegó al endurecimiento que dispuso Alberto Fernández para el AMBA.
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El riesgo de la presencialidad en escuelas
Ernesto Kofman, investigador del Conicet, doctor en ingeniería y profesor de la Universidad Nacional de Rosario, dijo que las clases presenciales provocan un movimiento “gigantesco”, no solo lo que sucede dentro del aula, y aseguró que eso impacta en la curva de contagios. "En Buenos Aires crecieron los contagios cuando se reanudaron las actividades presenciales, al igual que en Santa Fe. No tengo la total certeza de que suspender las clases lo solucione, pero por algo se toma esa decisión en todo el mundo como manera de bajar los casos", subrayó consultado por El Destape.
Además, señaló que "se hacen pocos hisopados a niños, por lo que es difícil saber lo que está pasando", pero reveló que en Rosario "los casos de Covid positivo en chicos de entre 5 y 14 años eran menos del 2% del total previo a las clases, y ahora superan el 3%, y algo similar sucede en la provincia", apuntó. Las cifras, extraídas de la plataforma Datos Abiertos del Ministerio de Salud de la Nación, muestran un aumento significativo justo dos semanas después del comienzo de clases, que en Santa Fe fue el 15 de marzo.
"Puede ser casualidad, pero la variación de la curva es grande y es llamativa la correlación, que también se dio en CABA", dijo. Y apuntó, en este marco, que considera que "es un error disponer que las clases no se tocan”, y apuntó al uso de transporte público, los transportes escolares y la aglomeración de padres a la salida de las escuelas como otros peligros de mantener esa modalidad. "Yo no puedo afirmar con certeza que la presencialidad genera contagios en los chicos. Hay evidencia que lo sugiere, pero podría haber otras causas", deslizó.
Cierre nocturno
En esa línea se manifestó la infectóloga de la Asociación de Clínicas y Sanatorios Privados Carolina Subirá, quien advirtió que en Rosario la ocupación de camas de terapia intensiva llegó al 93% y es necesario bajarla en los próximos 5 días. "Si no logramos disminuir la curva de contagios o al menos estabilizarla, y disminuir la ocupación de camas críticas a 85% o menos, recomendaría hasta el 30 de abril un cambio en el paquete de medidas actual", dijo a El Destape.
Dentro de las recomendaciones, indicó reducir la circulación con un cierre desde las 19 y hasta las 6, y considerar adherir a las restricciones emitidas en provincia de Buenos Aires. Esto es, cortar las actividades comerciales a las 19 horas, que la gastronomía cierre a las 19 y luego se maneje por delivery, suspender las actividades recreativas, sociales, culturales, deportivas y religiosas en lugares cerrados; y que las clases vuelvan a la virtualidad "en conjunto con el resto de las medidas, y no como un hecho aislado", aclaró.
Respeto
En tanto, los docentes privados ataron la presencialidad en territorio santafesino a que se respete la suspensión de las clases presenciales en Buenos Aires, decisión de Nación judicializada por Horacio Rodríguez Larreta. El argumento es que la situación sanitaria en la Ciudad Autónoma repercute directamente en la provincia, tal cual sucedió durante la primera ola. El secretario general de Sadop, Martín Lucero, manifestó: "Para que la presencialidad siga existiendo es necesario que Capital Federal cumpla con las restricciones del gobierno nacional".
Si bien el gremio lee que las instituciones educativas no son focos de contagio y que la presencialidad no está en riesgo en Santa Fe, entienden que "si no se producen cierres en los lugares que rodean a los colegios los contagios van a entrar, porque en algunos casos hay entidades patronales que priorizan el negocio, el cobro de cuotas y el sostener a la educación como una venta de servicios hacia los padres", advirtió Lucero.
Apuesta
Sin embargo, desde el Ministerio de Salud subrayaron que la modalidad de clases no está en revisión por el momento. "Dentro de la escuela no han aumentado los casos en un porcentaje preocupante", dijo Sonia Martorano, titular de la cartera sanitaria. "Lo que sí nos preocupa es el entorno, la puerta y el transporte, porque se están pegando en la misma franja los chicos yendo al colegio con los que van a los comercios. Y lo que pasa después de clases, las reuniones. Pero en el aula, los niños son los que mejor han aprendido los cuidados. Hoy no está en foco la presencialidad", anunció la ministra.
La provincia parece dispuesta a sostener el dictado dentro de las escuelas lo máximo posible. Las alarmas comenzaron a sonar, y según apuntan los expertos, cuando el sistema sanitario colapse ya será tarde para una vuelta atrás. Pero las elecciones y el hartazgo social son durante esta segunda ola dos elementos que se incorporan al análisis para las autoridades, y Perotti parece dispuesto a correr el riesgo de tensionar la salud para preservar capital político.