Los frentes con todos los climas

02 de noviembre, 2020 | 12.15

El gobierno vive en estos días sensaciones múltiples, como si se hubiese convertido en consigna política aquello de que la Argentina tiene todos los climas. No quisiera iniciar una extensa enumeración de hechos, pero baste mencionar algunos principales. En un plazo de días acotados se desarrollaron procesos en distintos frentes. En lo económico el dólar paralelo tuvo una rápida y preocupante subida, para días después descender considerablemente su valor en un hecho algo inédito, luego de ciertas medidas que se tomaron desde Economía; combinado con algunos datos que indican una lenta reactivación de la producción, como señales relevantes. Eso nos lleva a la crítica situación que viven millones de personas y que demandan del Estado, mayor asistencia cuando sus arcas están lejos de niveles óptimos; la expresión más cruda de la cuestión social se hizo presente con el desalojo de las personas que ocupaban terrenos en Guernica, en el sur del conurbano bonaerense. En estos mismos días se cumplió un año del triunfo electoral del FdT coincidente con los diez años del fallecimiento de Néstor Kirchner, y por ello Cristina Kirchner publicó una carta con lectura del gobierno incluida. En ese aniversario electoral, hubo noticias en la región de gran impacto: el MAS triunfó de manera contundente en Bolivia, luego de sufrir un golpe, exilio y persecución. Día después los chilenos decretaron la reforma de la constitución heredada del régimen de general Augusto Pinochet, en un clima de protestas y fuerte represión. Aun no podemos saber todas las consecuencias que estos hechos tendrán en las historias de ambos países, pero no cabe duda que ya son hitos políticos que impactarán también en la región, sumida en procesos diversos en cada uno de ellos; por eso es importante no apresurar los análisis y dejar a un lado por ahora la idea de ciclos políticos iniciados o terminados y sentarnos a conocer y analizar las implicancias inmediatas que estos dos hechos tendrán para la política local y regional. En medio de tantos sucesos, quedó un poco oculto que el gobierno lograra la sanción del presupuesto 2021 en la Cámara de Diputados, donde incluyó entre los positivos el voto de algunos miembros de la bancada de JxC (en total a favor fueron 139), la abstención de algunos (90) y el rechazo de unos pocos (15); en medio de todas las tormentas políticas que se desplegaron, incluso en el mismo Congreso, conseguir este apoyo en diputados es una importante victoria para el gobierno. Seguro quedan temas relevantes sin mencionar (las peleas, conflictos y derivaciones del proceso sucesorio en la familia Etchevehere)  pero el punto es que la política no está teñida de una sola variable, donde además debemos sumar la continuidad de la pandemia y las noticia poco alentadoras que llegan desde Europa. Esas distintas variables debemos considerarlas de acuerdo a las consecuencias que tendrán en el desarrollo por venir y en los plazos. Por caso lo que sucedió en Bolivia y Chile tardará en tener consecuencias en la región, pero los hechos de Guernica tuvieron su impacto inmediatamente. Cada gobierno es evaluado, principalmente, por el tipo de relación que establece con el sector que represente, el que lo llevó al poder. En Argentina los sectores populares siguen mayormente optando por el peronismo, esperan de él las respuestas a sus demandas, muchas de ellas básicas para el desarrollo de la vida. En Guernica hubo intervención judicial, policial y por lo tanto represión. Pero no fue lo único que sucedió allí y por eso mismo ninguno de los hechos puede ocultar el otro. El gobierno de la Provincia de Buenos Aires, trabajó desde el inicio de la toma con las personas que se encontraban allí ofreciendo distintas soluciones a una situación muy difícil (esa intervención continuó incluso después del desalojo, y alcanzó al 80% de las familias que allí se encontraban). Pero no fue el único poder estatal que intervino, ya que fue el Judicial quien terminó de decidir el desalojo. Estuvieron allí presentes también diversas agrupaciones políticas buscando algún protagonismo, en una situación donde las representaciones sociales no están consolidadas ni cuentan con organización. Utilizamos el concepto de “situación compleja” para escapar a las definiciones taxativas y en ocasiones quizás para esquivar el compromiso de tomar partido. Lo cierto es que la situación en torno a la falta de viviendas es crítica desde hace varias décadas en nuestro país; también que el macrismo desactivó el PROGRESAR una de las respuestas generadas y dando un mensaje sobre el lugar que la demanda por vivienda ocupa en su agenda; que las tomas de tierras son casi un hecho cotidiano en todas las áreas metropolitanas del país también desde hace varios años y que alguna prensa parece descubrir ahora. Muchas variables, realidad críticas de exclusión y pobreza, intereses que se representan vía judicial (el de los propietarios de los terrenos), pandemia, recursos escasos para dar respuestas inmediatas y otras estructurales que, de encararse, requerirán tiempo. Las imágenes de ese día no son para alegrarse, pero no representan una claudicación del gobierno a los intereses que representa; sin contar que quienes presionan al gobierno para retomar la senda del macrismo, también juegan. Contener el dólar y luchar contra la presión devaluacionista, es clave en defensa de los intereses económicos de los que menos tienen y por lo tanto cimiento del modelo que se desea reconstruir. La cuestión social se ha vuelto un nudo gordiano de las democracias contemporáneas, con instituciones de gobierno que (casi siempre) se sostienen, pero con una ciudadanía que no puede disfrutar de los derechos básicos. De allí que no sea simplemente un tema de programas o gestiones eficientes, sino de un contexto de democracias condicionadas sobre el cual el mundo entero hoy se debate. Conocemos las voces de salida intolerante amigada con el mercado excluyente, pero también sabemos de sus límites políticos. Bolivia y Chile acaban de expresarlo.