El gobierno de Malvinas llamó a una consulta popular a instancias del Reino Unido, para habilitar una explotación que le dejaría millones de libras en regalías. La empresa que realizaría las extracciones, la israelí Navitas Petroleum, había sido sancionada por “actividades ilegales” en 2022 por la gestión de Alberto Fernández.
El Reino Unido impulsa una explotación petrolera en las islas Malvinas, con la intención de extraer 500 millones de barriles. El departamento de Recursos Minerales de la gestión kelper, comunicó oficialmente que el gobierno de las islas hará una consulta popular sobre esa cuestión, cuyos resultados estarán el 5 de agosto. Si se logra un resultado positivo, se podrían generar millones de libras en regalías para el gobierno isleño. La explotación se haría en la isla Sea Lyon, a unos 200 kilómetros al norte de Puerto Argentino.
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El diario británico The Telegraph, publicó que se estima que la zona contiene 1700 millones de barriles de petróleo, lo que lo hace varias veces más grande que “Rosebank, el mayor desarrollo planificado para el propio Mar del Norte del Reino Unido, que se estima que contiene 300 millones de barriles”. También explicó que, por esta abundancia, los isleños “podrían beneficiarse de millones de libras en regalías e impuestos aplicados a las ganancias, transformando potencialmente toda la economía de las islas, que actualmente depende de la cría de ovejas y la pesca”.
El gobierno de Javier Gerardo Milei sigue aletargado y sin acusar recibo de la situación, ya que todavía no se expresó no oficial ni públicamente, sobre la posibilidad del avance la explotación. Fuentes de la Cancillería revelaron que esta cuestión “Es objeto de análisis para determinar eventuales acciones diplomáticas correspondientes”.
Ya hubo un intercambio tenso con el gobierno del Reino Unido en febrero de este año, cuando el canciller británico, David Cameron, visitó las islas Malvinas. En noviembre de 2023, las que ya habían recibido una visita de enorme carga simbólica: la princesa Ana, hermana del Rey. La canciller Diana Mondino declaró en la reunión anual del Comité de Descolonización de la ONU, el 18 de junio pasado, dijo que el Gobierno busca generar “una relación madura” con Londres y respeta “el modo de vida” de los habitantes de las islas, aunque rechazó su derecho a la libre determinación. Esta afirmación del gobierno libertario dio continuidad al reclamo de la Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes en las Naciones Unidas. Esto significó un retroceso en la postura de Milei sobre la opinión que manifestó en noviembre del año pasado, poco después de resultar electo. En esa oportunidad sostuvo que iba a respetar la voluntad de los kelpers, dejando entrever que no continuaría con el reclamo de soberanía por el territorio usurpado por los ingleses.
De llevarse a cabo esta explotación, no sólo significaría un robo al patrimonio nacional de nuestros recursos naturales, sino que también presentaría un peligro para el medio ambiente de nuestro mar por contaminación. Argentina no podría observar que se cuiden los métodos de perforación y extracción de la plataforma En 2015 la Cancillería argentina expresó en su página web la “preocupación por la falla en el funcionamiento de la válvula de seguridad (blow-out preventer –BOP–) del pozo de exploración que está siendo perforado en el área denominada “Isobel Deep”, en la plataforma continental argentina cercana a las Islas Malvinas por la plataforma Eirik Raude –que pertenece y es operada por la empresa Ocean Rig Management–, contratada por el consorcio integrado por las empresas Falkland Oil and Gas Limited (FOGL), Premier Oil Limited y Rockhopper Exploration PLC. De acuerdo con los comunicados de prensa emitidos en la fecha por las empresas FOGL y Rockhopper, la perforación en el área de “Isobel Deep” debió suspenderse a 1.273,9 metros de profundidad a raíz de un mal funcionamiento del blow-out preventer (BOP), mecanismo esencial de prevención con que cuentan las plataformas hidrocarburíferas para controlar el pozo.
Este mecanismo actúa preventivamente ante la circunstancia de un eventual derrame líquido o gaseoso en caso de influjo de gas, petróleo o agua, permitiendo el manejo del incidente y evitando la contaminación del medio ambiente marino”. Uno de los temas de una larga la lista de reclamos argentinos sobre las actividades de explotación de recursos naturales del país por parte del Reino Unido. El último reclamo fue hecho por la gestión de Alberto Fernández en septiembre de 2023 contra la empresa israelí Navitas Petroleum (la que se haría cargo del emprendimiento, si se aprueba la consulta). El entonces canciller, Santiago Cafiero, recordó en una presentación, que esa compañía extranjera ya había sido sancionada en abril de 2022 con 20 años de inhabilitación para realizar actividades de exploración hidrocarburífera en territorio argentino. La sanción a la empresa israelí fue aplicada por la Secretaría de Energía de la Nación el 18 de abril de 2022, a partir de la resolución 240/2022, que declaró ilegales las actividades desarrolladas por la empresa Navitas Petroleum LP en la plataforma continental argentina, al tiempo que se declararon como “clandestinas” las operaciones de dicha empresa, por llevar adelante actividades “sin estar habilitada por las autoridades competentes argentinas”. El reclamo de aquella vez no fue únicamente contra la empresa y el Reino Unido, sino también hacia Israel.
La empresa israelí Navitas Petroleum tiene la mayoría de los derechos de exploración, lo que significa que la mayor parte de las ganancias irían a accionistas en Israel y Estados Unidos. Navitas controla el 65% de la participación en el campo Sea Lion, mientras que Rockhopper Energy, con sede en el Reino Unido controla el resto. Ahora podría quedarse nuevamente con negocio petrolero en las islas Malvinas.
Una evaluación de impacto ambiental publicada por Navitas afirma que el desarrollo de Sea Lion implicaría perforar a una profundidad de 1500 pies de agua en el Atlántico Sur. El proyecto realizaría alrededor de 23 pozos para acceder a hasta 500 millones de barriles de petróleo inicialmente, pero potencialmente podría haber muchos más en el futuro, según la publicación. Una verdadera expoliación del patrimonio argentino
Dada la total alineación de Milei con el Estado de Israel, su decisión política sobre esta cuestión le debe resultar extremadamente difícil. ¿Seguirá sosteniendo el reclamo de soberanía para contentar a sus opositores, e incluso a gran parte de sus adeptos, o actuará de acuerdo con sus convicciones ideológicas? Ese es el gran dilema del libertario.
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