La ley tan demandada por el presidente Javier Milei, y aprobada gracias al pacto con la casta política, será un retroceso notorio en materia laboral para miles de argentinos, y además fomentará una entrega obscena de los recursos naturales del país. Por ejemplo, en la provincia de Salta se lanzará en breve una licitación para proyectos mineros en el salar de Arizaro.
Luego de la colaboración de la “oposición dialoguista”, a la cual no le interesa que Milei los denomine ratas con tal de que les permita continuar siendo millonarios, el gobierno de La Libertad Avanza logró la aprobación de la Ley Bases, la cual es un retroceso en derechos laborales para los argentinos, y promueve el desguace de los recursos naturales a través del nuevo Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI).
Además, la habilitación para que las empresas dispongan sin restricciones del 20% de las divisas generadas por sus exportaciones al cabo del primer año, del 40% al segundo año y del 100% a partir del tercero, genera sin dudas un escenario atractivo para que todas aquellas multinacionales que decidan hacer base en el país, tengan un costo mínimo de inversión para explotar recursos nacionales.
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Esto generará demasiados regalos a las empresas que vengan a invertir en minería, hidrocarburos, y tecnología. La falta de regulación les da total libertad a los extranjeros y deja de promover a la industria nacional. Son tan alarmante las facilidades que brinda el RIGI, que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), organismo creado por el G7, manifestó hace más de un mes su disconformidad, y señaló duramente que este régimen de incentivos fomenta el lavado de dinero.
Con respecto a la explotación de los recursos naturales nacionales, la empresa Salta Energy and Mining Resources (Remsa), estará a cargo de la licitación para la concesión 37.000 hectáreas en el salar de Arizaro, el cual es ni más ni menos que el sexto más grande del mundo y el segundo de mayor tamaño en Argentina, después de Salinas Grandes. Con tantas facilidades aprobadas por el Congreso, ya más de 15 empresas han mostrado interés para participar de la futura licitación, que se realizaría en el mes de agosto.
El caso de Salta es el primero de muchos que ocurrirán en el país, gracias a la desvergonzada entrega que promueve Javier Milei de nuestros recursos naturales, mientras los argentinos cada día están más pobres, pero la casta, más millonaria.