Los votos en blanco fueron más que la diferencia entre Larreta y Lousteau

19 de julio, 2015 | 19.31

La diferencia entre los candidatos a jefe de gobierno porteño fue de sólo de tres puntos porcentuales, mientras que el voto en blanco llegó a cinco. De esta manera, el llamado de la izquierda a no elegir a ninguno de los partidos en juego y la estrategia de una parte del kirchnerismo beneficiaron al PRO, que estuvo muy cerca de perder su bastión de poder político a tres semanas de las PASO.

Al ir a la cantidad de votos, se puede observar que la diferencia a favor de Horacio Rodríguez Larreta fue de 54.745 mil votos, mientras que los votos en blanco llegaron a 89.444 mil.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE



El voto en blanco fue una de las grandes discusiones en la previa del balotaje porteño y puso en la mira la estrategia del PRO en el incentivo de esa opción. El Observatorio Electoral Argentino, del
CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), estudió los antecedentes y comportamientos de los electores ante opciones en las que el voto en blanco tiene mayor visibilidad, y concluyó que la evidencia indica que este cambio de diseño podría aumentar la probabilidad de que los electores no elijan ni a Horacio Rodríguez Larreta ni a Martin Losteau.

En las elecciones generales de la Ciudad de Buenos Aires de 2015 se utilizó por primera vez un sistema de voto electrónico (el mismo que en Salta). El voto en blanco -presentado con un botón pequeño al igual que en Salta desde 2013- registró un aumento con respecto a las PASO (en las que se habían utilizado las boletas partidarias).

Si bien no son estrictamente comparables como en el caso de Salta que se pudo cotejar los dos sistemas en una misma elección, también se verificó un incremento del voto en blanco con respecto a las boletas partidarias
. Para la elección de balotaje, el Tribunal Superior de Justicia definió una interfaz diferente a la utilizada en las elecciones generales, en la que el voto en blanco tiene mayor visibilidad.

En Salta, cuando se introdujo un sistema electrónico de votación para un tercio del electorado (en 2011), la proporción de votos en blanco fue tres veces mayor entre quienes usaron el sistema electrónico (que presentaba la opción expresa de votar en blanco en la primera pantalla), que entre quienes usaron el sistema tradicional de boletas por partido.

Estos datos adquieren mayor relevancia si tenemos en cuenta que fue en la misma elección, con los mismos candidatos y que el único diferencial es que en algunas mesas se emitió el sufragio electrónicamente y en otras con boleta partidaria. A partir de las elecciones de 2013, se quitó la opción del voto en blanco en la primera pantalla y se redujo su visibilidad.