De llegar el rojo fiscal a los 388.000 millones de pesos en 2015, la cifra será un 30 por ciento superior al desequilibrio estimado por el proyecto de presupuesto 2016, con el que tendrá que administrar el próximo Gobierno.
Así lo evidencia un análisis presentado por Lucio Castro y Walter Agosto, director e investigador principal del Área de Desarrollo Económico de CIPPEC, respectivamente. Según el estudio, el proyecto de presupuesto 2016 presenta un escenario de crecimiento moderado e inflación en baja para 2015 de imposible cumplimiento, en un contexto de apreciación cambiaria, ausencia de financiamiento internacional y deterioro de los principales indicadores económicos.
De acuerdo al proyecto de presupuesto 2016, el resultado financiero neto alcanzaría un rojo de 293.486 millones de pesos en 2015, un déficit casi un 50 por ciento mayor al estimado en el presupuesto 2015. "Las estimaciones de CIPPEC indican que el déficit podría alcanzar los $388.000 millones este año, una cifra un 30 por ciento superior a la estimada en el proyecto de presupuesto 2016", indicó Castro.
Según añadió Agosto, la proyección oficial del déficit para el año próximo surge de dos supuestos de imposible cumplimiento: una suba de los ingresos del 21% y un crecimiento del gasto del 16%, en contraste con la dinámica fiscal actual, donde los recursos crecen al 29% y el gasto al 40% anual.
De forma similar, el proyecto de presupuesto 2016 "subestima" el desequilibrio fiscal de 2015 y el déficit proyectado para el año siguiente, que podría alcanzar los 429.000 millones de pesos, dijo el CIPPEC en su informe.
La vuelta del endeudamiento
Del análisis de las fuentes y aplicaciones del proyecto de presupuesto, se desprende para el año próximo una estrategia de financiamiento similar a la aplicada en 2015. Partiendo de un déficit estimado por CIPPEC de $439.000 millones y amortizaciones de deuda por $881.200, las necesidades de financiamiento para el año próximo rondarían los $1.320.200 millones. "Esto enfatiza la necesidad de acceder a los mercados de crédito voluntario internacionales para financiar el déficit del gobierno nacional", explicó Castro.
Al mismo tiempo, persiste la estrategia de erigir al Banco Central como principal prestamista de primera instancia al Tesoro, mediante adelantos transitorios brutos por $324.410 millones y reservas por US$6.500 millones para el pago de la deuda pública con tenedores privados. Adicionalmente, refinanciará al Tesoro el vencimiento de la letra que operara en 2016 por u$s 9800 millones, colocada en oportunidad del pago al FMI.