Por Marcos Cittadini
Especial para El Destape
Hasta principios de noviembre, las cosas parecían claras. El intendente de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo, lideraba las encuestas para ocupar el sillón de San Martín y tenía la promesa de su ex jefe político, Julio Cobos de que no "bajaría" a la provincia. La buena intención de voto a presidente en el distrito hacia Cobos prometían un efecto arrasador si las elecciones se realizaban en conjunto con las nacionales. Pero algo sucedió en el medio... Ciertas declaraciones que no gustaron, la aparición de competidores internos... Y Cornejo, viejo armador, el que organizó desde el cobismo la aventura kirchnerista, el que para muchos aportó durante años la dimensión política que al ex vicepresidente le falta, decidió tomar el volante de modo brusco.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
En el último congreso del partido, usó su poder para conseguir cuatro de los cinco integrantes de la Junta Electoral negando representación a sus potenciales contendientes, la senadora nacional Laura Montero, el intendente de Junín, Mario Abed y el diputado Nacional, Enrique Vaquié. La respuesta de Cobos no se hizo esperar. No asistió al congreso y reclamó "generosidad a quienes lideran el partido".
Para muchos, parece insólito lo que sucede. El partido está en condiciones inmejorables de recuperar el poder provincial y entra en disputas impensadas. Julio Cobos hoy se enfrenta a una paradoja: a nivel nacional su candidatura no levanta y debe contener a sus correligionarios que quieren correr detrás de Massa o Macri pero, en Mendoza, todos los sondeos demuestran que está muy por encima de cualquier candidato, incluso los de su mismo partido.
El problema es que su candidatura a gobernador generaría una frustración en los dirigentes que quieren más, como Cornejo, que podría tener malas consecuencias. Muchos hablan del buen entendimiento entre Cornejo y Mauricio Macri, y de algunos acercamientos al sector de Sanz, proclive a alianzas con el líder del PRO. Otros, dirigentes avezados, aseguran que creer que Cornejo y Cobos van a jugar separados es no conocer su historia o querer sembrar cizaña.
En el peronismo, el camino es el inverso, de la disgregación a cierta unidad. La durísima derrota en las legislativas de 2013 comprometió el futuro político del gobernador. Paco Pérez apostó a una lista que, según él, le garantizaría gobernabilidad aún en contra de los deseos de Cristina Kirchner. Luego de la derrota, la Presidenta nunca más le atendió una llamada. "Ni los ministros le contestaban", aseguran en la gobernación.
Jaqueado además por el poderoso vicegobernador Carlos Ciurca, por el armador histórico del kirchnerismo Juan Carlos Chueco Mazzón y por los intendentes que respondían a uno o a otro, Paco se fue desdibujando.
Pero su apoyo explícito a Daniel Scioli le granjeó nuevamente el acompañamiento de Ciurca y logró en el último congreso partidario ser electo como la máxima autoridad de un justicialismo unificado que respetó a casi todos los sectores en la distribución de cargos.
Han quedado atrás ciertas rencillas públicas entre el gobernador y varios dirigentes pero esta Pax mendocina aún no ha decantado en un candidato de unidad. El mejor posicionado en las encuestas es el -senador nacional Azul Adolfo Bermejo, que hace mucho espera su oportunidad. Tendrá que enfrentarse a otro precandidato del sector que lidera el Chueco Mazzón, el presidente de la cámara de Diputados provincial Jorge Tanús.
El gobernador propone tres hombres de su gabinete para reemplazarlo: el ministro de Salud, Matías Roby; el de agorindustria, Marcelo Costa; y el de transporte, Diego Martínez Palau. Cercanos al vicegobernador Ciurca asoman Omar Félix, director de YPF por Mendoza y Rubén Miranda, el influyente intendente de Las Heras. Pero en los últimos días, intendentes como Miranda han decidido que retener sus municipios es importante y han desacelerado el ritmo en su carrera hacia la gobernación. Es por eso que algunos se ilusionan con que se puede lograr una fórmula de unidad Roby- Tanús.
El ministro de Salud de la gobernación es una estrella política de poco anclaje ideológico (le achacan no estar afiliado al PJ y coquetear incluso con el macrismo) pero con muy buena imagen. "Es la expresión más cabal de lo que puede producir el Paquismo como fenómeno político: acento en la gestión, discurso político ambiguo" aseguran al pie de la cordillera. Los mismo interlocutores destacan la trayectoria y desarrollo político de Tanús: "Es el complemento perfecto para Roby". Y sentencian que "los azules de Mazzón no meten gobernadores pero arman listas. No conducen pero marcan el rumbo". Otros aseguran que los hermanos Bermejo y los Félix, de San Rafael, no van a resignar sus intereses y que el peronismo no podrá evitar la interna.
En relación con la fecha de las elecciones -con el acompañamiento a Scioli fortalecido- en el Gobierno mendocino aseguran que serán junto con las nacionales. De cualquier modo, todos los consultados afirman que cualquier escenario previo a la Vendimia es siempre provisorio. Después de marzo comenzará la verdadera carrera electoral.