Las mujeres embarazadas, las madres y los recién nacidos mueren a un ritmo alarmante en la región sudanesa de Darfur Sur, y miles de niños desnutridos están al borde de la inanición, según denunció el miércoles Médicos Sin Fronteras (MSF).
La crisis sanitaria en el sur de Darfur es una de las peores de este tipo en todo el mundo y está siendo impulsada por el conflicto entre facciones militares que estalló en abril del año pasado, señaló MSF en un informe.
"La situación en el sur de Darfur es una instantánea de lo que probablemente se esté produciendo en proporciones terribles en todas las zonas aisladas y asoladas por la guerra de Sudán", señala el informe.
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MSF dijo que había registrado 46 muertes maternas en dos hospitales de Darfur Sur a los que presta apoyo entre enero y agosto, y 48 muertes de recién nacidos por septicemia en los mismos hospitales entre enero y junio.
Alrededor de un tercio de los niños menores de dos años examinados en agosto en Darfur Sur sufrían desnutrición aguda, más del doble del umbral de emergencia establecido por la Organización Mundial de la Salud. Más del 8% sufría desnutrición aguda grave, una causa común de muerte.
"Se están produciendo múltiples emergencias sanitarias simultáneamente, sin apenas respuesta internacional por parte de la ONU y otros organismos", dijo en un comunicado la doctora Gillian Burkhardt, responsable de salud sexual y reproductiva de MSF en Darfur Sur.
"Recién nacidos, mujeres embarazadas y madres primerizas están muriendo en cifras espeluznantes".
Según el informe, el conflicto y los desplazamientos están obligando a las mujeres a dar a luz en condiciones insalubres en zonas donde carecen de acceso a atención sanitaria y medicamentos.
MSF QUIERE UNA ACCIÓN DECISIVA
Darfur Sur alberga el mayor número de desplazados de Sudán, según la Agencia Internacional para las Migraciones. La capital del estado, Nyala, la segunda ciudad más grande de Sudán, solía ser un centro de ayuda para la región, pero la mayoría de las organizaciones humanitarias se han marchado. MSF tomó el control de la ciudad el pasado octubre.
MSF pidió a Naciones Unidas que "actúe con decisión para evitar más pérdidas de vidas en Darfur".
La ONU, que acoge el miércoles una reunión ministerial con donantes cruciales y potencias regionales sobre el "coste de la inacción" en Sudán, afirma que la falta de financiación, la inseguridad y el acceso restringido han obstaculizado los esfuerzos de ayuda.
La guerra entre el ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido ha obligado a más de 10 millones de personas a huir de sus hogares, ha devastado gran parte de la capital y ha desencadenado oleadas de violencia étnica en Darfur.
Un observatorio mundial del hambre ha emitido una inusual confirmación de hambruna en el campo de desplazados de Zamzam, al norte de Darfur, y ha advertido de que otros 13 lugares de Sudán corren riesgo de hambruna.
Con información de Reuters