El papa León XIV dijo el lunes que planea seguir la agenda de reforma de su predecesor Francisco, elogiando los intentos del difunto pontífice para hacer que la Iglesia católica mundial sea más inclusiva en un discurso anual de Navidad a los cardenales del Vaticano.
León, el primer papa estadounidense, dijo a los máximos responsables de la Iglesia que Francisco, fallecido en abril, fue una "voz profética" que se esforzó por crear "una Iglesia alegre, acogedora para todos y atenta a los más pobres".
El religioso argentino, que dirigió la Iglesia de 1.400 millones de miembros durante 12 años, aprovechó a menudo su discurso anual de Navidad con los cardenales para lanzar críticas mordaces a su labor. En varios discursos largos a lo largo de los años, enumeró lo que él llamó las "dolencias" y "enfermedades" de la burocracia central del Vaticano, conocida como la curia romana.
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León, que tiene un estilo más diplomático que su predecesor, habló sólo durante 15 minutos y no ofreció tales reproches, pero repitió muchos asuntos centrales del papado de Francisco.
El papa advirtió en contra de "caer en la rigidez o la ideología" en la aplicación de las enseñanzas de la Iglesia y dijo que la compleja estructura del Vaticano "no debe pesar o frenar el progreso" de su trabajo.
Asimismo, lamentó que los conflictos interpersonales empañen a veces el funcionamiento del Vaticano.
"Observamos con decepción que ciertas dinámicas -vinculadas al ejercicio del poder, al deseo de prevalecer o a la búsqueda de intereses personales- tardan en cambiar", señaló León. "Nos preguntamos entonces: ¿es posible ser amigos en la curia romana?".
León abogó por "una curia romana cada vez más misionera, en la que las instituciones, los cargos y las tareas se conciban a la luz de los grandes desafíos eclesiales, pastorales y sociales de hoy, y no sólo para garantizar la administración ordinaria".
(Editado en español por Carlos Serrano)
