El plan del Gobierno es importar productos que hoy se exportan

Caputo contó que les dijo a los supermercadistas que la importación "es para obligarlos a competir". Pero los afectados son productores claves para las exportaciones, el nivel de empleo y la mesa de los argentinos.

25 de marzo, 2024 | 00.05

La decisión del Gobierno de abrir indiscriminadamente las importaciones de alimentos y medicamentos no sólo va en contra de la lógica capitalista que enarbola el presidente libertario, sino que desarticula el entramado productivo destruyendo cientos de miles de puestos de trabajo. Salvo aquellos productos de élite, la mayoría de las posiciones arancelarias incluidas en el listado con factibilidades y baja de impuestos para sus compra en el exterior se producen en el país. No sólo eso, se venden a otros mercados y representan una buena parte de la torta que se exporta. 

Los últimos informes de complejos exportadores dan cuenta de la participación de las economías regionales en el volumen de exportaciones y generación de puestos de trabajo. No solo eso: también son las principales abastecedoras de las mesas de los argentinos. El problema, como suele informarse en reiteradas oportunidades, corresponde a la cadena de comercialización, que se queda con buena parte de la crema del negocio.


El Gobierno justificó la medida en que supuestamente permitirá "mejorar la competencia y apuntalar la baja de la inflación en los productos de la canasta básica y medicamentos". Para ello, el BCRA reducirá el plazo de pago de importaciones de alimentos, bebidas y productos de limpieza, cuidado e higiene personal: pasarán de un esquema de pago en 4 cuotas a los 30, 60, 90 y 120 días a un plazo de pago en una sola cuota a los 30 días. Además, se determinó suspender, por el plazo de 120 días, el cobro de la percepción de IVA adicional e impuesto a las ganancias a esas importaciones. La primera contradicciones, de tantas, es que no aceita la importación de insumos para la elaboración de alimentos y medicamentos y así no dañar la producción nacional. Otro sinsentido es permitir exportar sin restricciones y ante la falta de producto o abusos de precios se decide importar, lo que genera un daño aún mayor en la economía. 

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A diferencia de los commodities, la inserción de productos de economías regionales no es instantánea. Requiere de un trabajo de promoción previo. "Es una medida negativa, que genera un profundo rechazo de todos los sectores que componen la cadena, comercial y productiva; desde la cámara de kiwi, frutilleros de Coronda, productores de cerdo, todos profundamente preocupados Porque no se trata de una política para bajar la inflación o para abaratar al precio. Es una maniobra comercial de grandes cadenas", sostuvo a El Destape Gastón Borsini, presidente de la Confederación General de la Producción (CGP) de la República Argentina. 

El directivo aseguró que la medida responde a la ambición de un empresariado de gran escala de la República Argentina "que tiene necesidad de sacar divisas del país por jugar divisas del país, como no tiene, o sea, no tiene manera". "Qué le paso, por ejemplo ,a Arcor en el 2017 2018, cuando declaró pérdida de balance. La hacen en con la maniobra, o sea cantándole números erróneos al ministro de Economía, diciéndole que tiene que importar alimentos", detalló. Borsini destacó que la preocupación también pasa porque se está importando algo que nosotros estamos en condiciones de exportar. "Y después yo no tengo la posibilidad, pero como productor argentino de salir a ubicar mi producción nacional a un mercado. Acá hay una sola razón, la fuga de divisas del Banco Central; no existe otro argumento", reiteró Borsini.

Hasta el año pasado el objetivo se mantenía en potenciar las políticas públicas que fomentan la contratación de trabajadores agrarios, a partir de la incorporación de programas sociales, educativos y laborales para apuntalar el posicionamiento de nuestras economías regionales. Las economías regionales representan el 50 por ciento del total de puesto de trabajo en el sector agroindustrial, dando empleo a 1,27 millones de personas en todo el país, principalmente a través de pequeñas y medianas empresas que se destacan por su capacidad de agregar valor a la producción primaria.

Durante 2022, previo a la sequía, se exportaron 4,8 millones de toneladas por un valor total de 7.000 millones de dólares, lo que representa un valor promedio por tonelada de 1.500 de dólares, consolidando el rol de Argentina como proveedor de alimentos de calidad al mundo. Entre los principales productos se destacan aceite de soja, yerba mate, jugo de limón, aceite de esencia de limón, aceite de maní, porotos secos, salvado y residuos de cereales. Todos ellos ahora competirán con importados.

Otro factor de importancia es que están asociadas, en general, a una matriz estructural conformada por pymes, y éstas, a su vez, definidas por cadenas de valor. Los principales sectores productivos se pueden ver en la infografía adjunta, y componen un conjunto de más de 30 cadenas de valor, cada una de ellas produciendo una variedad de productos que luego se venden localmente y al exterior, contribuyendo al desarrollo de la agroindustria en su conjunto.

En los últimos cuatro años, se puede observar una tendencia decreciente de la participación de las economías regionales dentro de las exportaciones totales, pasando del 17,5 por ciento en 2020 al 13,1 por ciento en términos de valor para 2022, lo que demuestra la existencia de un potencial espacio para el crecimiento. En el mismo sentido, la participación relativa de las economías regionales en las exportaciones agroindustriales decrece levemente para situarse en aproximadamente 20 por ciento en términos de valor, unos 5 puntos porcentuales. menos que en 2020, lo que significa que no alcanzó el crecimiento del sector agroindustrial. 

Dentro de estas economías se puede observar el rol protagónico que adquiere el sector pesca, que concentra el 15,7 por ciento de la participación en términos de valor seguida por lácteos y cebada, con un 13,6 y 10,4 por ciento de participación, respectivamente. Este último sector, además, concentra el 32 por ciento del tonelaje de exportación, seguido por maní que da cuenta del 6,5 por ciento en cantidades, mientras que aporta el 8,9 por ciento en términos de valor. El problema no está en la producción sino en la intermediación. Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en febrero los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,4 veces del campo (origen) a la góndola (destino). Es decir, el consumidor pagó 3,4 pesos por cada 1 pesos que recibió el productor.

Principales complejos regionales exportables

El complejo maní exportó 1.063 millones de dólares (1,6 por ciento de las exportaciones totales), con un incremento interanual de 2,1 por ciento. El 77 por ciento del total exportado correspondió a maní crudo; 13,6 por ciento, a preparaciones de maní; y 9,4 por ciento, a aceite de maní y sus subproductos. Los principales destinos fueron: Unión Europea (635 millones de dólares), China (59 millones de dólares) y “Resto de ALADI” (51 millones de dólares).

Las exportaciones totales del complejo uva sumaron 812 millones de dólares (1,2 por ciento  del total) y disminuyeron 19,5 por ciento  respecto al 2022. El 81,7 por ciento correspondió a vinos; 9,4 por por ciento, a jugo de uva; 5,5 por ciento, a uvas secas incluidas las pasas; 3,1 por ciento, a vinos espumosos y mostos; y 0,3 por ciento, a uvas frescas. Los principales mercados fueron: USMCA (289 millones de dólares, con una participación de Estados Unidos del 73,2 por ciento), Mercosur (147 millones de dólares, con una participación de Brasil del 84,3 por ciento) y Unión Europea (103 millones de dólares).

El complejo limón exportó por un valor de 409 millones de dólares (0,6 por ciento de las exportaciones totales) y disminuyó 16 por ciento respecto al año anterior. Las ventas externas se distribuyeron entre aceite esencial (41,6 por ciento); limones (30,3 por ciento); y jugo (28,1 por ciento). Los principales destinos fueron Unión Europea (196 millones de dólares) y USMCA (151 millones de dólares, con una participación de Estados Unidos del 93,9 por ciento).

El complejo porotos exportó por un valor de 325 millones de dólares (0,5 por ciento del total), con un descenso interanual de 3,8 por ciento. La mayor parte correspondió a porotos comunes, secos y desvainados. Los principales mercados fueron Unión Europea (87 millones de dólares), Mercosur (62 millones de dólares, con una participación de Brasil del 61,3 por ciento ), ASEAN (36 millones de dólares) y “Resto de ALADI” (30 millones de dólares).

El complejo peras y manzanas representó el 0,5 por ciento de las exportaciones totales en el período bajo análisis, alcanzó los 316 millones de dólares, y evidenció un incremento interanual de 10,9 por ciento. El 71,2 por ciento de lo exportado por el complejo correspondió a peras frescas; el 16,6 por ciento, a manzanas frescas; y el resto se distribuyó
entre jugos; manzanas y peras secas; sidra; y otras preparaciones. Los principales mercados fueron Mercosur (125 millones de dólares, con una participación de Brasil del 91,2 por ciento ), USMCA (97 millones de dólares, con una participación de Estados Unidos del 76,3 por ciento) y “Resto de ALADI” (26 millones de dólares).

Las exportaciones del complejo olivícola totalizaron 297 millones de dólares (0,4 por ciento  de las exportaciones totales), con un incremento interanual de 57,1 por ciento. El 73,8 por ciento correspondió a aceite de oliva y el 26,1 por ciento a preparaciones de aceitunas. Los principales destinos fueron Mercosur (107 millones de dólares, con una participación de Brasil del 94 por ciento), Unión Europea (102 millones de dólares) y USMCA (78 millones de dólares y una participación de Estados Unidos del 96,5 por ciento).

Las exportaciones del complejo papa totalizaron 287 millones de dólares (0,4 por ciento del total), con un incremento de 5,5 por ciento interanual. Del total, el 96,9 por ciento  correspondió a papas preparadas o conservadas, congeladas y sin congelar; y el resto se distribuyó en papas frescas o refrigeradas; copos; y papas, excluidas frescas o refrigeradas. Mercosur fue el principal destino (247 millones de dólares, con una participación de Brasil del 81,3 por ciento).

El complejo avícola exportó 215 millones de dólares (0,3 por ciento  del total), con una caída interanual de 49,1 por ciento. El 78,1 por ciento correspondió a carnes y despojos (mayoritariamente trozos y despojos de gallos o gallinas, congelados); y el resto se distribuyó entre huevos, animales vivos, y otras exportaciones avícolas. Se destacaron China (43 millones de dólares), Medio Oriente (40 millones de dólares) y “Resto de ALADI” (24 millones de dólares) como principales mercados de las exportaciones.

Las ventas del complejo arrocero alcanzaron 189 millones de dólares (0,3 por ciento de las exportaciones totales), con un descenso interanual del 11,3 por ciento. El 84,1 por ciento correspondió a arroz no parbolizado (semiblanqueado o blanqueado, pulido o glaseado; o descascarillado). Entre los destinos se destacaron Unión Europea (55 millones de dólares), “Resto de ALADI” (32 millones de dólares), Mercosur (24 millones de dólares, con una participación de Brasil del 98,7 por ciento) y USMCA (24 millones de dólares, con una participación de Estados Unidos del 60,7 por ciento).

El complejo miel exportó 187 millones de dólares (0,3 por ciento de las ventas totales) y registró una baja interanual de 25,8 por ciento. Del total, el 98,4 por ciento se concentró en miel natural; y el resto se distribuyó entre cera de abeja, y abejas. Los principales destinos fueron USMCA (123 millones de dólares, con una participación de Estados Unidos del 100 por ciento) y Unión Europea (46 millones de dólares).

Las exportaciones del complejo azucarero fueron de 146 millones de dólares (0,2 por ciento  de los despachos totales) y mostraron una reducción de 33,9 por ciento  con respecto al 2022. Se destacaron golosinas, chocolate blanco y otros productos de confitería sin cacao (47por ciento); azúcar y melaza (31,9 por ciento); y alcohol etílico (20,5 por ciento ). Los principales destinos fueron “Resto de ALADI” (61 millones de dólares) y USMCA (44 millones de dólares, con una participación de Estados Unidos del 96,2 por ciento).El complejo ajo representó el 0,2 por ciento de las exportaciones totales y sumó 113 millones de dólares, con una caída de 15,7 por ciento respecto al 2022. La mayor parte correspondió a ajos frescos o refrigerados. Mercosur fue el principal destino (79 millones de dólares, con una participación de Brasil del 99,8 por ciento).

El complejo yerba mate exportó por 89 millones de dólares (0,1 por ciento del total) y registró un descenso interanual de 5,3 por ciento. El 94,2 por ciento  se concentró en yerba mate; mientras que el 5,8 por ciento restante lo hizo en extractos, esencias, y concentrados. El principal destino fue Medio Oriente (59 millones de dólares).
Las exportaciones del complejo té fueron de 75 millones de dólares (0,1 por ciento del total), con una merma de 7,4 por ciento  respecto al 2022. Se distribuyeron entre té negro (96,2 por ciento) y té verde (3,8 por ciento ), y fueron mínimas las ventas de extractos, esencias, y concentrados de té. El principal mercado fue USMCA (54 millones de dólares, con una participación de Estados Unidos del 99,2 por ciento).

El complejo cítricos, excluido limón representó el 0,1 por ciento de las exportaciones totales. Registró ventas por 65 millones de dólares, con un incremento interanual de 3,2 por ciento. Entre los productos exportados se destacaron las naranjas; el jugo de naranja sin fermentar; los wilkings e híbridos similares de cítricos; y los aceites esenciales de naranja. Los principales destinos fueron Unión Europea (25 millones de dólares) y USMCA (19 millones de dólares). El complejo arándanos y frutos similares exportó 51 millones de dólares, y registró un aumento interanual de 2 por ciento. Del total, el 43,6 por ciento correspondió a cerezas excluidas las ácidas; y el 37,1 por ciento a arándanos y otros frutos del género vaccinium frescos. El principal destino fue USMCA (23 millones de dólares, con una participación de Estados Unidos del 86,8 por ciento).