En esta edición se presentan fotografías de más de 60 autores en el Centro Cultural Borges, registradas durante 2021, que reflejan los hechos más relevantes ocurridos en el país y en el mundo. Abordan un amplio abanico de temas: deportes, vida cotidiana, política, naturaleza, ambiente, arte y espectáculos. Se trata de la muestra más importante de fotoperiodismo que se organiza en nuestro país y en la región. Se mostrarán más de 130 fotografías, seleccionadas entre las 1.700 imágenes enviadas por periodistas de todo el país.
La exposición se podrá visitar desde el sábado 11 de junio hasta el 7 de agosto en Viamonte 525, de miércoles a domingo de 14 a 20 hs. La entrada es libre y gratuita.
Tres ediciones, un mismo compromiso. Desde sus inicios, a principio de 1980, y hasta la actualidad, la amplia concurrencia de público y la gran repercusión periodística han convertido esta muestra en un acontecimiento único en la historia de la fotografía argentina, una cita ineludible para acceder al trabajo colectivo de los periodistas gráficos.
Festejo de las miradas, por Sandra Tessa
El río Paraná menguado, como si estuviera en retirada de este mundo. El fuego imponiendo su fuerza en el Parque Nacional Ciervo de los Pantanos. El sedimento que tapa una casa donde hubo un lago. La tierra abriéndose por un terremoto en San Juan. Como cada año, la muestra de aRGra hace foco en la urgencia y dispara. La urgencia es evidente: cuidar nuestro lugar común, la tierra.
Disparar, así le dicen lxs fotógrafxs al acto de hacer click. Antes, hicieron kilómetros, se agacharon, se subieron a alguna silla, buscaron el mejor ángulo, encontraron el encuadre. ¿Qué se dispara cuando cada unx de lxs reporterxs gráficxs pone en marcha ese dispositivo de sentido que es una foto? Cada imagen puede mirarse de diferentes maneras, por supuesto. Muchísimo más el conjunto de fotos heterogéneas de esta muestra.
Una exposición anual inédita en el mundo, que funciona de una forma mucho más compleja que un anuario. Es, claro, un repaso de lo más importante que ocurrió durante doce meses pero es también la exhibición del compromiso, las obsesiones de lxs trabajadorxs de la fotografía, sus desvelos para revelar lo velado, mostrar lo que debe ser visto.
El abrazo de una familia tras una sentencia por femicidio, la mirada potente de una pescadora a través de sus redes, otra mujer mira hacia arriba mientras levanta un enorme canasto de frutas y verduras con el que cocinará en un comedor comunitario, los ojos del padre de Tehuel de la Torre, reclamando saber dónde está su hijo, el cumpleaños número 60 de una travesti que sobrevivió a todas las violencias, y se ríe. Las fotos cuentan cómo se transforma una sociedad, cómo sale a la calle.
Sus autorxs eligen con dedicación cuál de todas las imágenes que crearon durante el año quieren dejar como huella, como sentido trascendente. Porque la muestra de Argra es la oportunidad de componer una mirada editorial colectiva. Que trasciende el presente y forma parte de la memoria social. Las vacunas, el cuidado de la salud, fue otra de las emergencias de un año que comenzó con la novedad de la vacunación masiva y terminó con millones de dosis aplicadas, el derecho ejercido.
La vuelta a los encuentros, la esperanza de retomar los rituales, tienen su espacio en una serie que también le da lugar a los festejos tan esperados. Messi acuna la Copa América casi como a un bebé. La mirada nunca es inocente, y en este caso, tampoco es complaciente. Todo eso lo saben de sobra lxs reporterxs y lo ponen en acción en su trabajo cotidiano. ¿Cómo se hace sino para captar ese gesto, ese momento, en el que los sentidos se subvierten?
Son sus fotos las que desnudan el carácter profundamente violento de las nuevas derechas. Las que muestran a pibxs festejando el insulto y a un custodio en el mismo momento de la amenaza. Los feminismos cambiaron la manera de mirar de toda la sociedad. Lo que antes se escondía abajo de la alfombra, hoy se ventila, se sacude, se hace visible como las partículas bajo la luz del sol.
Esa nueva luz que trajo un movimiento social heterogéneo, masivo y revolucionario también ilumina estas fotos, incluso las de aquellxs reporterxs que jamás se calificarían como feministas. Porque es una luz presente, más allá de la voluntad, y así también devela claroscuros. Por todas esas razones, la muestra de Argra es mucho más que una tradición: es un ritual de festejo de las miradas.