El famoso peluquero Miguel Romano apuntó contra Susana Giménez en una reciente aparición televisiva, al acusarla de haber tenido una mala actitud con él. En sus declaraciones, la celebridad aseguró que la diva llevó a uno de sus asistentes a Punta del Este y no a él, por lo que la liquidó en un desgarrador testimonio.
“Me extrañó que no me llamó y después me extrañó que había llevado a Punta del Este a un asistente mío, y me enteré por otra boca. Me hubiese gustado que me dijera ‘Mirá Miguel, me llevo a tal persona conmigo porque me hace falta, no quiero que vengas, vos tenés a tu familia, tu gente’, y no había ningún problema”, comenzó su descargo el peluquero, en LAM, sobre el desplante que Giménez le hizo.
Romano continuó su discurso sobre las posibles razones por las que Susana no lo eligió esta vez: “O ‘sos muy grande para peinarme’. Decime la realidad. Después de más de 50 años que estoy al lado de ella, me hubiese gustado. Me dolió mucho porque la amo, es como una hermana mía. En las buenas y en las malas, siempre juntos los dos. Imaginate, por todas partes viajando por el mundo con ella. Y me sentí mal. Hubiese hecho un final muy bueno, como hizo Mirtha Legrand, que me llamó y me dijo ‘Mire Miguel, yo ya estoy con otro negocio, me va a peinar otro peinador que hemos hecho una conveniencia’. ‘Pero perfecto, Mirtha, me parece maravilloso’”.
“Sí, me cayó muy mal, me siento dolorido, triste, porque me pregunto qué mierda le hice. Me hubiese llamado a mí, ‘Mirá Miguel, me va a peinar este chico’. Pero me sentí mal por enterarme por periodistas y la tapa de Clarín. Es todo para mí, imaginate que 50 años al lado de ella”, siguió Romano.
Miguel Romano molesto con el nuevo asistente de Susana Giménez
En otro momento del reportaje, Romano arremetió contra el joven que peina a Susana y lanzó: “Mi asistente, vino de Bahía Blanca, no sabía y se quedó acá como un idiota, y pobrecito, parecía un desgraciado. Y vino acá, y se iba escondiendo. Y ya mucho no me gustaba lo que hacía. Porque se metía en el camarín de Susana, no me gusta que esté alguien cuando se cambia Susana, únicamente yo. Y empujaba para entrar. Como si fuera el primero, ¡pobre chico!”. Acto seguido, Ángel de Brito sumó: “Fue metiéndose de a poco, creciendo y se quedó con tu lugar”.